Los rangos de edad en que se concentran la mayoría de los casos de ansiedad se ubican entre los 25 y 45 años.
El día menos esperado podemos sufrir un ataque de ansiedad, un temor exagerado a algo irreal.
La amenaza es general, pues expertos en cuestiones de salud mental dicen que es una emoción que no tiene fronteras.
La agrupación Gente Contra la Ansiedad explica que cuando el problema se prolonga más de un mes, puede alterar significativamente la vida, el desempeño laboral o la adaptación social.
Los trastornos de ansiedad suelen aparecer a temprana edad, darse de improviso en la adolescencia (15 años) y los rangos de edad en que se concentran la mayoría de los casos se ubican entre los 25 y 45 años.
Su manifestación no es asunto médico siempre, pues se puede experimentar ansiedad normal en ciertos momentos, pero es patológica (enfermedad) cuando se conjugan factores como el tiempo que se sufre, intensidad de la misma, incomodidad de una situación, entre otras.
Las caras de la ansiedad
Trastorno de Pánico:
Ataques de pánico inesperados, seguidos de la preocupación durante más de un mes.
Síntomas (presentan más de cuatro: sensación de ahogo o falta de aliento, mareos, inestabilidad o desmayo, palpitaciones, temblores, sudoración, náuseas, sensación irrealidad o despersonalización, de entumecimiento u hormigueo, miedo a perder el control o volverse loco, escalofríos, sofocaciones, miedo a morir, opresión y malestar torácico.
Trastorno por estrés postraumático:
Una serie de síntomas que se presentan durante más de un mes y aparecen después de haber vivido un acontecimiento estresante y traumático. Síntomas: recuerdos o sueños recurrentes sobre la experiencia vivida que produce malestar importante; sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo en el instante que se recuerda (flashback).
Fobia específica:
Miedo persistente a un objeto, por ejemplo a un perro o gato, o a una situación como volar en aviones o alturas. La exposición a un estímulo fóbico casi siempre genera inmediatamente ansiedad.
Fobia social:
Miedo a una o más situaciones donde la persona se siente sujeta a escrutinio y teme realizar algo embarazoso. Está vinculada con nuestras relaciones interpersonales, como no ir a un restaurante por temor a ser observado y sentirse criticado, o bien no ir a fiestas por sentirse juzgado o desplazado.
Trastorno Obsesivo–Compulsivo:
Es grave cuando provoca pérdida de tiempo significativo o un deterioro en la actividad general.
Trastorno de Ansiedad Generalizada:
Se observa durante un periodo de 6 meses. No son simples temores pasajeros, es una experiencia continua de inquietud y aflicción sobre diversos asuntos de la vida cotidiana y que no puede ser controlada por la persona.
Camino de la salud
Gente Contra la Ansiedad aclara que en el tratamiento es común que se combinen varios fármacos para obtener una respuesta favorable. Sobre las terapias no farmacológicas señala que en la sicoeducación se explica al paciente el tipo de trastorno que padece, sus consecuencias y se le guía en los primeros pasos para el control de los síntomas.