Una fuga de agua potable que ya tiene 10 meses está afectando a la comunidad estudiantil de la escuela rural Francisco I. Madero del ejido Santo Tomás.
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Una larga senda de maleza se ha formado a un lado de la malla ciclónica que protege a las instalaciones de la escuela rural Francisco I. Madero, del ejido Santo Tomás, por una fuga de agua potable que empezó a filtrarse hace ya tiene diez meses.
Las amas de casa que se quejaron de tal situación, solicitaron el anonimato por temor a represalias y exigieron ya la reparación de la tubería para evitar que siga extendiéndose la hierba y la laguna de agua que está por entrar a la institución educativa.
Ellas aseguraron que hace meses que los trabajadores del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Simapa), no acuden al lugar para arreglar el desperfecto.
“Hace como unos 10 meses vinieron dizque a atender el problema y hasta abrieron el pavimento, pero supuestamente, no pudieron hacer nada por la necesidad de colocar una válvula que la empresa de agua no tiene”, dijeron.
Como el agua sigue brotando, encontró su camino y se extendió varios metros, “tanto tiempo ha pasado que ya hasta creció la hierba que impide ver la lama que ahí está y sin duda, esto puede ser un foco de infección y favorecer al dengue”.
En el lugar donde está brotado el agua, se aprecia también todo tipo de basura. Desde botellas de plástico, hojas de los árboles, libretas y otros objetos.
Aunque lo más grave, es el olor penetrante a podredumbre en el ambiente que llega hasta las aulas del plantel educativo.
Las señoras aseguraron que tanto ellas como los directivos del plantel, se han comunicado constantemente al Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Simapa), sin respuesta positiva hasta el momento.
“Nosotros les decimos a los niños que no se acerquen a ese lugar, que se mantengan alejados, pero lo que nos preocupa es que está por llegar el calor y seguramente estaremos viviendo algo peor si no se arregla pronto esta fuga...”, dijeron.
El Siglo de Torreón ayer no pudo conocer la opinión del gerente del Simapa, Servando Chavarría Arreola, pues no se encontraba en su oficina y en esta ocasión, no contestó la llamada realizada a su celular.
