YA SON CLIENTES. Adolfo comentó entre risas que ha caído en la cárcel en varias ocasiones, siempre es porque lo encuentran bebiendo cerveza en la calle.
Cansada de ver a sus hijos alcoholizados casi todos los días, una mujer pidió que unos policías rurales de Gómez los detuvieran.
No aguantó
Petra Jiménez, vecina del ejido Pastor Rouaix de Gómez, estaba en su casa cuando llegaron su hijos, Adolfo y Francisco Tagle Jiménez, de 42 y 38 años, respectivamente, en completo estado de ebriedad.
Molesta, salió de su vivienda y les reclamó a los dos el porqué no trabajaban, ya que viven con ella y no quiere que sigan de atenidos a sus “faldas”.
Adolfo y Francisco, quienes ya no estaban en sus cinco sentidos, se le echaron encima a su mamá para intentar golpearla, además de amenazarla de muerte porque ya están fastidiados de que siempre les exija que trabajen.
Se defendieron
Los hermanos Tagle Jiménez aseguraron que trabajan. Francisco dijo que es obrero y Adolfo que hace trabajos de pintor y albañil en casas.
“No es constante que agarremos dinero, pero si trabajamos”, dijo Adolfo.
Los dos comentaron que su mamá los manda a cada rato a la cárcel porque ya no los quiere.
Según dijeron, Francisco le prestó un dinero a Adolfo que no ha podido pagar, empezaron a discutir y Petra se asustó, por eso llamó a la patrulla.