La aprobación de los siete dictámenes de la reforma energética en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados terminó en medio de gritos, acusaciones y manoteos. (Agencia Reforma)
La Comisión de Energía de la Cámara Baja avala los siete dictámenes tras un pleito verbal de diputados del PAN, PRI y FAP.
La aprobación de los siete dictámenes de la reforma energética en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados terminó en medio de gritos, acusaciones y manoteos que permitieron a los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) pasar la aplanadora sobre los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP).
La Comisión de Energía inició los trabajos de análisis de los dictámenes de la reforma energética con el mejor de los ánimos. Uno a uno se aprobaban en lo general -con el aval del Partido de la Revolución Democrática (PRD)- y en lo particular se proponían reformas que panistas y priistas rechazaban sin debate ni oportunidad de convencimiento.
El viernes pasado, en privado, la Mesa Directiva de la Comisión de Energía logró un acuerdo de trabajo por el que se destrabarían cinco de los siete dictámenes en los que no había diferencias ni debate entre partidos y que el siguiente lunes se analizarían los dos documentos más controvertidos sobre las leyes de Petróleos Mexicanos y la Reglamentaria de Pemex.
Así, en cuestión de tres horas quedaron aprobadas las leyes para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética y la de la Comisión Reguladora de Energía, así como las reformas al artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, sin ningún cambio con respecto a lo propuesto por el Senado de la República.
FIN DE LA CONCORDIA
Los diputados se fueron a comer, regresaron y la armonía, las risas, las bromas y las cortesías políticas se terminaron.
“A título de qué vienes a reventar la armonía con la cual se estaban desarrollando los trabajos… ¿A título de qué? ¿Por qué nos saboteas? Estamos actuando con civilidad, eres un bárbaro”, le gritó el diputado de Convergencia, Cuauhtémoc Velasco, al panista Juan José Rodríguez Pratts, cuando este último pidió al pleno de la Comisión votar los siete dictámenes y no dejar pendientes.
El panista respondió en silencio con una mentada con el brazo que captaron las cámaras de televisión.
La aplanadora del PRI y del PAN ya había encendido motores, mientras que la furia y el encono de cinco de siete perredistas, más dos diputados de Convergencia y PT, los distrajo de lo más importante, y con su ausencia, permitieron que en dos minutos se aprobaran las reformas a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 constitucional, en la que se pretendía agregar las 12 palabras de Andrés Manuel López Obrador.
Aprobada esta reforma con 18 votos en favor y ninguno en contra, el presidente de la Comisión de Energía aún se dio tiempo de preguntar si habría alguna reserva. Silencio total. El Frente Amplio Progresista había abandonado el salón de plenos, y con ello, renunciaron al debate.
SUPUESTA MINORÍA
En la mesa de la Comisión se quedaron dos perredistas que a primera vista parecían una minoría, pero que en realidad representan la mayoría de la bancada parlamentaria del Sol Azteca: David Medoza y Moisés Dagdug llevaban la voz de la corriente Nueva Izquierda de Jesús Ortega, también conocida como Los Chuchos.
El último dictamen por el que se expide la Ley de Petróleos Mexicanos también pasó veloz; en ese tema los dos diputados del PRD intentaron reglamentar la emisión de los bonos petroleros, pero todo era rechazado. Se logró el objetivo y ni una coma se modificó.
Al final de la sesión, la mayoría del PRD junto con Convergencia y PT acusaron a gritos a panistas y priistas de “gandallas”, “vende-patrias” y “traidores” ; el PAN les reprochó renunciar al debate y decir medias verdades, mientras que el PRI lanzaba al aire lecciones sobre democracia y respeto a las mayorías.
Podría generarse un millón de empleos
Carlos Flores Rico, ex vocero del CEN del PRI, aseguró que la reforma energética puede ayudar a generar un millón de empleos en su primer año.
En entrevista, reconoció que la reforma es una obra colectiva, producto de un amplio consenso, pero aseguró que su contenido social y divisa productiva por el empleo y la reactivación agropecuaria son contribuciones esenciales del PRI.
Según él, en la construcción de la reforma los panistas pensaban en cómo crear subterfugios contractuales y derivar oportunidades para transferir la renta petrolera, mientras los perredistas se enredaron en fundamentalismos emblemáticos para darse lustre ideológico.
No obstante, expuso que los priistas lograron imponer su experiencia práctica para generar políticas productivas con sustento realista y profundo sentido social.
Ello “para incorporar a la reforma energética los únicos visos rescatables de reactivación económica que contempla para beneficio de las pequeñas empresas, impulso al empleo productivo y crecimiento de la industria”, dijo.
Lo anterior al sentar exigencias a los proveedores de Petróleos Mexicanos (Pemex) de contar con plataformas básicas de integración nacional, con lo cual pueden reactivarse miles de pequeñas empresas de obras y servicios conexos a la industria petrolera.
Además, destacó la incorporación a la Ley de un esquema de precios competitivos, estables y permanentes a los insumos petroquímicos para producir fertilizantes.
Esa aportación, precisó Flores Rico, puede elevar la rentabilidad de más de 10 millones de hectáreas, y reducir hasta 50 por ciento los precios de los fertilizantes.
