Pedro Armendáriz está preocupado porque el cine mexicano cuente con el apoyo necesario para salir adelante. (Archivo)
Notimex
MÉXICO, DF.- En México, como en muchos países de América Latina y Europa existe un subsidio que se da a ese cine que no es rentable, al llamado “cine de aliento”, pero que por derecho debe de estar en las salas, dijo el actor Pedro Armendáriz.
Armendáriz, quien es el presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, expresó que el Estado debe asumir el compromiso de apoyar las realizaciones de autor porque también el público tiene derecho a ese tipo de manifestaciones. El reconocido actor, señaló que aunque odia utilizar la frase “voluntad política” y traducirla a cultura, esto es responsabilidad del Estado.
Indicó que así como existen empresas como Lemmon Films y Altavista Films, entre otras, que realizan el “cine de rentabilidad”, que requieren recuperar la inversión, debe de distinguirse la situación.
Subrayó que hay otro cine que no necesariamente debe de tener una recuperación económica y son las películas que hacen cineastas como Felipe Cazals (El Apando, Las Poquianchis) o Jorge Fons (Los Cachorros” y El Callejón de los Milagros), que están ahí llevando sus propuestas de la corriente denominada “cine de aliento”.
Agregó que son realizadores que no necesariamente hacen filmes par exhibirse con 500 copias, sino con 15 o 20, pero “también es un cine al que tiene derecho el público, y de ese debe encargarse el Estado”.
Por otra parte, comentó que los jóvenes deben de foguearse haciendo cortometrajes o documentales, a través de sus escuelas como el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) o el Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC ), respaldados con el financiamiento del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine Mexicano (Fidecine) y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine).
“Si ustedes se fijan, en los años recientes lo más premiado del cine mexicano son los cortos y documentales, quedan bien parados en los festivales de cine. ¨Por qué?: Porque hay una participación del Estado que otorga financiamiento a esos proyectos”, comentó.
Resaltó que en todos los países existen apoyos para el cineasta, y en México, también se les brinda ese respaldo que les permite trascender con sus trabajos.
Añadió que en el caso de empresas como Lemmon o Altavista, pueden éstas solicitar o declinar el financiamiento al Fidecine o Foprocine, y el Estado debe tener la obligación de respaldar a los debutantes. Destacó que “también hay otros cineastas nacionales que están teniendo mucho éxito con sus propuestas en otras latitudes, pero en nuestro país hay realizadores que insisten en decir que ellos (Cuarón, Del Toro y González Iñárritu) no están haciendo cine mexicano.
Consideró que el hecho de que estén trabajando en el extranjero no quiere decir que no sea cine mexicano, porque si Guillermo del Toro hace Hellboy o Alfonso Cuarón hace Children of man, son realizaciones hechas por mexicanos.
“Debe de valorarse la entrega y el desempeño de estos cineastas mexicanos”, añadió Armendáriz al aclarar que no sólo se refiere a ellos sino a toda aquella generación que se obligó a buscar una oportunidad fuera del país, como Rodrigo Prieto, Emmanuel Lubezki, Guillermo Navarro, Eugenio Caballero y Brigitte Broch, entre otros.
