Los mexicanos que resultaron muertos durante el ataque del ejercito colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador llegaron al lugar cuatro horas antes de que fuera bombardeado el pasado 1 de marzo, afirmó Juan Dios Parra, secretario general de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu).
En entrevista radiofónica, Parra detalló que cinco estudiantes mexicanos universitarios ingresaron el 1 de enero legalmente, como turistas por el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito.
Señaló que durante el inicio de su estancia realizaron entrevistas a líderes políticos, indígenas e investigadores.
Después, entre el 23 y el 24 de febrero participaron en un seminario académico celebrado en la casa de la cultura de Ecuador, sobre el pensamiento de Simón Bolívar.
Agregó que entre el 25 y 27 de febrero estuvieron en el segundo congreso continental bolivariano, que se realizó en la Universidad Politécnica y en la Casa de la Cultura.
Posteriormente, dijo, el 28 de febrero se trasladaron a la ciudad de Lago Agrio, cerca de la frontera con Colombia y desde ahí al campamento de las FARC, para entrevistar al vocero de la guerrilla, “Raúl Reyes”.
Llegaron por la tarde el 29 de febrero, y unas cuatro horas después se produjo el bombardeo, indicó Parra. Señaló que existen pruebas en video de la presencia de los estudiantes en las diferentes actividades que refirió.
Parra asumió la defensa de Lucía Andrea Morett Álvarez, quien permanece todavía en el hospital de Quito recuperándose de las heridas que sufrió tras el ataque del ejército colombiano.
Los gobiernos de México y Ecuador confirmaron que fueron identificados los cuerpos de cuatro jóvenes que murieron en el bombardeo y portaban pasaportes mexicanos.
Sin embargo no está claro aún cuántos mexicanos están involucrados en el incidente. Personas cercanas a los estudiantes que viajaron aseguran que cuando menos 40 de ellos no han regresado al país.
El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa supone que fueron 15 los mexicanos que estuvieron en el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ubicado en territorio de Ecuador.