Tan sólidas como las inversiones en bienes raíces, las piezas de arte representan una alternativa viable en la diversificación del portafolio y formar un patrimonio.
En teoría, el arte no debería verse como un medio para aquilatar dinero; sin embargo, en la práctica este instrumento arroja interesantes dividendos.
Es con el tiempo como puede estimarse el precio de las piezas que se adquieren, dice Vivian Gorinstein de la casa de subastas Louis C. Morton, porque no hay nada que garantice la rentabilidad en este tipo de bienes.
Ya con experiencia, es como puede caminarse en un terreno más firme y seguro, agrega.
La responsable de coordinar el catálogo de piezas en esta casa de subastas asegura que, pese a este requerimiento, no hay mayores restricciones para participar dentro de este mercado. Inclusive, en algunos de estos centros no implica ningún costo entrar a las sesiones de subasta a observar y participar en ellas, a menos que se trate de una sesión especial o se esté en la búsqueda de un trato deferente.
Las casas de subasta podrían ser el vehículo más fácil para hacerse de piezas de arte, aunque también está la posibilidad de adquirirlas de forma directa en galerías o con los artistas mismos.
En los últimos años esta práctica ha causado revuelo, pues ya no se restringe sólo a coleccionistas tradicionales, sino que se ha constituido una nueva casta de compradores adinerados.
El mercado del arte, apunta Gorinstein, no debe verse como la forma de “volverse millonario”, sino como el medio de hacerse de piezas que a uno agraden, aunque no debe descartarse que con el tiempo cierta obra alcance un alto valor y pueda convertirse en patrimonio.
De acuerdo con información proporcionada por la casa de subastas Louis C. Morton, el precio de partida promedio de las piezas ronda los cinco mil pesos. Sin embargo, según el artista que se trate, hay ocasiones que las pujas pueden alcanzar varios cientos de miles de pesos o rozar el millón de dólares como alguna vez ya sucediera en una sesión de subasta de esta empresa.
Uno de los inconvenientes al comprar arte, como pinturas o esculturas, es que implican ciertos cuidados que de no tenerse afectarían el valor de las piezas.
A este hecho hay que sumar el riesgo que implica tener expuestos los objetos en el interior de un hogar u oficina, por lo que se sugiere contar con bodegas o contratar este servicio en bóvedas de bancos para garantizar su resguardo y conservación.
En el ámbito internacional, el mercado del arte también vive de la especulación, por ello la necesidad de índices que miden su rentabilidad como el Mei/Moses Fine Art Index, creado por los académicos Jiangping Mei y Michael Moses de la Universidad de Nueva York que registra la actividad en subastas de pinturas en Sotheby’s y Christie’s.
Según este índice se revela que las pinturas han tenido un rendimiento superior al de los bonos y casi tan bueno como el de las acciones, sin tomar en cuenta costos como almacenaje y de transacción.
El creciente interés por este mercado obliga a los fondos de inversiones especializados en arte a realizar proyecciones que permitan identificar a los artistas más rentables en el circuito de cada una de las disciplinas, de modo que exista un catálogo serio de exponentes para invertir.
Este procedimiento implica además proyectar las cotizaciones que alcanzarán cada una de sus obras en el futuro.
De esta forma, explica Gorinstein, ahora se conoce a los artistas mejor valuados en el mercado y sus nombres podrían convertirse en un símil de empresas que cotizan en bolsa.
Como toda inversión también hay riesgos. Acudir a subastas de empresas reconocidas siempre significará una protección contra falsificaciones o fraudes.
Es importante hacer notar que toda obra original debe contar con un certificado de autenticidad que respalda la propiedad del objeto.
Para iniciarse en este mercado es recomendable recibir la asesoría de personas conocedoras. Comenzar con objetos de no tan alto valor puede ser opción para adquirir experiencia con el tiempo. Esto, sin olvidar que el arte representa una oportunidad de explorar un mundo de diversas expresiones que también habrá que aprender a asimilar.
Otro factor importante en este tipo de inversiones es la liquidez, pues no resulta tan inmediata una transacción y menos cuando se trate de piezas de alto valor.
La compra de ciertos objetos también se puede realizar a través de casas de empeño como el Nacional Monte de Piedad, en donde se encuentran oportunidades en los remates de objetos no reclamados.
Una última recomendación para las subastas es guardar cautela, pues los nervios pueden traicionarlo en la puja y terminar por ofrecer más de lo que tiene o, pagar por arriba del valor de una obra.
