Desde 1999 un comerciante contrató y paga año con año un seguro de vida y por incapacidad permanente. En 2003 sufrió un accidente automovilístico que ya no le permite trabajar, pero la aseguradora no le ha pagado.
César Augusto de León Mercado, precisa que el seguro tiene un costo de dos mil dólares anuales y la suma asegurada es por 100 mil dólares. “Con el accidente cuatro discos de la columna quedaron fuera de lugar, de tal manera que no puedo caminar más de dos cuadras porque necesito descansar y no puedo cargar más de cinco kilos”.
Añade que luego del accidente acudió a la aseguradora, “pero me dijeron que no tenía nada, aunque yo les llevé certificados médicos y aún así he seguido pagando el seguro para que no me salgan con que no he cumplido”, asevera el quejoso.
Originario de esta ciudad, pero con residencia en Gómez Palacio, De León Mercado dice sentirse desesperado porque no puede trabajar y lo que pide es que la aseguradora cumpla con la parte convenida del contrato.
El abogado del quejoso, Manuel González, explica que el caso se ventila en el Juzgado, pero la demandada se ha valido de recursos y más recursos para no cumplir con el contrato.