Kashgar, o Kashi en chino, es una ciudad turística que fue un centro de operaciones y reposo para los convoyes que recorrían la Ruta de la Seda. (AP)
Cuando faltan cuatro días para el inicio de los Juegos Olímpicos, dos hombres embistieron hoy con un camión de basura a un grupo de policías que trotaban y lanzaron explosivos matando a 16 agentes en el extremo noroccidental de China.
El ataque acrecentó la tensión que se vive en la capital por los juegos internacionales.
Fue uno de los ataques más letales y osados que se registra en varios años en la provincia de Xinjiang, sitio de una violenta rebelión de musulmanes de la zona contra el régimen chino.
Aunque el ataque ocurrió en una región remota de China, se registró en momentos en que las fuerzas de seguridad se hallan en estado de alerta máximo, temiendo perturbaciones durante las Olimpíadas, que se inauguran el viernes.
En el ataque, dos hombres condujeron el camión contra la policía mientras los agentes trotaban frente a un hotel durante sus ejercicios matinales en la ciudad de Kashgar, dijo la agencia noticiosa oficial Xinhua. Al parecer los agentes atacados pertenecían a un grupo paramilitar encargado de custodiar la frontera.
Luego que el camión se estrelló contra un poste de luz, los dos atacantes saltaron del mismo, encendieron explosivos caseros y "también apuñalearon a los policías", dijo Xinhua.
Un informe previo de la agencia dijo que se habían lanzado explosivos contra un cuartel, pero Xinhua modificó la información luego, diciendo que el cuartel estaba a unos 200 metros del sitio del ataque.
De acuerdo con Xinhua, 14 policías murieron en el lugar y dos en camino a un hospital, mientras que al menos otros 16 fueron heridos.
La policía detuvo a los dos atacantes, uno de los cuales fue herido en una pierna, añadió.
Residentes de la zona dijeron que las autoridades reaccionaron con intensas medidas de seguridad, clausurando calles.
Autoridades locales declinaron hacer comentarios de inmediato. Un funcionario del departamento distrital de la policía dijo que el caso está siendo investigado.
El ataque fue uno de los más cruentos y osados en los últimos años en la provincia de Xinjiang en Asia Central, donde los musulmanes locales han librado una rebelión con hechos de violencia esporádicos contra el dominio chino.
Kashgar, o Kashi en chino, es una ciudad turística que fue un centro de operaciones y reposo para los convoyes que recorrían la Ruta de la Seda, y se encuentra a 130 kilómetros (80 millas) de la frontera con Pakistán, Afganistán y Kirguistán.
Por otra parte, Sun Weide, vocero del comité organizador de los Juegos Olímpicos, dijo que aunque ignoraba la naturaleza del ataque en Xinjiang, se habían adoptado "preparativos para enfrentar cualquier amenaza posible", y se habían acrecentado las medidas de seguridad en la capital.