Policias estatales inspeccionan el sitio donde se encontraron cuatro cuerpos de personas en los suburbios de Tijuana, norte de México. (EFE)
Ocho personas fueron asesinadas en cuatro hechos distintos en Tijuana, norte de México, dos de ellas decapitadas y una más en el interior de un cine, informó hoy la Procuraduría General de Justicia del Estado (fiscalía local) en esa ciudad fronteriza.
En la calle Tercera de la Garita de Otay, frente a una agencia de aduanas de esa ciudad fronteriza con San Diego (Estados Unidos), fueron hallados ayer los cuerpos decapitados de dos hombres.
Las autoridades señalaron que los troncos estaban metidos en dos barriles metálicos encima de los cuales se encontraron las cabezas con una nota en la que se advertía: "esto le pasará a los mugrosos que sigan con los Arellano Félix".
El hallazgo tuvo lugar muy cerca del sitio donde en días pasados fueron masacradas seis personas.
Los Arellano Félix son la familia que controla al cártel de Tijuana, uno de los más poderosos de México, aunque la mayor parte de los miembros de este clan han sido detenidos por las autoridades mexicanas y estadounidenses.
Autoridades del estado de Baja California, al que pertenece Tijuana, han señalado que el cártel de los hermanos Arellano Félix está ahora encabezado por uno de sus sobrinos, Fernando Sánchez Arellano.
Al parecer, un sicario apodado 'El Teo' le disputa a Sánchez Arellano el liderazgo a sangre y fuego, lo que explica la ola de violencia que ha sacudido a la región en los últimos meses.
También el martes un hombre fue asesinado a tiros en una sala de cine de la zona comercial del Río Tijuana durante la proyección de un filme, lo que provocó histeria entre los asistentes al lugar, dijeron fuentes de la dependencia.
El individuo, sentado en la última fila de la sala, recibió varios tiros en la cabeza y sus asesinos lograron darse a la fuga en medio del tumulto.
En tanto, la policía local encontró en el este de la ciudad los cuerpos sin vida de cuatro hombres, de entre 18 y 28 años, en un descampado del barrio Mariano Matamoros, todos asesinados con disparos de armas de alto calibre.
Finalmente, un policía ministerial murió durante una emboscada cuando se desplazaba abordo de su vehículo por la intersección de las calle Manuel J. Clouthier y Benítez.
Un grupo de desconocidos dispararon contra el automóvil del agente utilizando armas largas y el auto se estrelló contra una venta de repuestos para coche.
