Bomberos de Los Ángeles, California, retiran artículos de la casa quemada el viernes en Covina, que fue arrasada por el fuego tras un tiroteo. (AP)
Señala la Policía que el agresor se quitó la vida al sufrir quemaduras de tercer grado en ambos brazos tras el ataque en California.
El sujeto que se disfrazó de Santa Claus y mató a nueve personas durante una fiesta de Noche Buena en la casa de sus ex suegros pretendía huir a Canadá, pero sufrió quemaduras graves durante el ataque y terminó suicidándose, dijeron ayer las autoridades.
En una conferencia de prensa, la Policía informó que después del ataque a tiros, Bruce Jeffrey Pardo, de 45 años, usó un dispositivo para rociar combustible en la vivienda, pero los vapores se encendieron.
Como resultado, el atacante sufrió quemaduras de tercer grado en ambos brazos cuando los vapores estallaron. Las autoridades dicen que el disfraz de Santa Claus que llevaba el atacante se derritió con el calor, adhiriéndose al cuerpo de Pardo, quien después huyó.
Luego que Pardo se mató de un tiro en la cabeza en la casa de su hermano, las autoridades encontraron 17 mil dólares entre sus pertenencias, así como un boleto para un vuelo de Los Ángeles a Canadá.
Pardo llegó el 18 de diciembre a un arreglo de divorcio con su ex esposa, quien habría muerto, lo mismo que los ex suegros del atacante. Su abogado y un colega de Pardo, quien solía fungir como acomodador en una iglesia, dijeron que nunca detectaron algún indicio de que él pudiera perpetrar semejante ataque.
El abogado de Pardo, Stanley Silver, dijo que su cliente parecía contento dos días atrás, cuando le dejó un mensaje. Añadió que Pardo trataba de pagar 10 mil dólares para finalizar los trámites del divorcio.
“Todo mi trato con él fue siempre cortés y alegre”, dijo Silver. “Nunca lo vi enojado o insatisfecho en absoluto”.
El noveno cadáver fue encontrado ayer por la mañana, cuando los investigadores reanudaron una búsqueda en los restos de la vivienda de dos pisos, ubicada en un callejón sin salida en Covina, unos 40 kilómetros al Oriente de Los Ángeles. Ocho cadáveres fueron recuperados el jueves en la casa destruida. Se desconoce si las víctimas murieron a consecuencia de los disparos o del fuego.