Asusta panteón a producción de Malayerba
La producción de la cinta Malayerba estaba rodando en el interior de un panteón cuando al fondo se escucharon una especie de maullidos que pusieron alerta a todos.
Los protagonistas se alistaban para rodar el momento en que sostienen, cerca de una tumba, una plática en la cual analógicamente se toca la vida y la muerte. Pero no podían por esos extraños ruidos. Cuando integrantes de la producción corrieron al lugar de donde salían, se encontraron con una pareja de novios que estaban pasándola bien arriba de un loza.
“Lo curioso es que la película en ese momento hablaba de amor y ahí estaba una pareja haciéndolo”, cuenta el director Janusz Polom.
Malayerba, filmada en digital, cuenta la vida de un hombre del norte de Europa que regresa a México en busca de su amor eterno, que vive en Tepoztlán. Ambos se aman, pero al provenir de distintas culturas no pueden comunicarse como quisieran.
“Toca muchas cosas: la soledad en un país, el aislamiento, la soledad de la mujer, el recuperar un profundo amor. “Noventa por cierto de lo verán es una reconstrucción de mi vida personal. No soy un realizador que inventa algo en su cabeza, que escribe ficciones, sino que pone lo que ha vivido”, explica.
Pedro Araneda, productor del filme, recuerda que éste llevaba ocho años en la mente de Polom.
Están en los toques finales y la idea es estrenarla, en digital o en 35 milímetros.