Con ayuda de perros amaestrados, los soldados buscaban algún artefacto explosivo dentro y fuera de la Subprocuraduría de Justicia Laguna Durango, que recibió amenaza de bomba que resultó falsa.
En seis minutos el interior del edificio de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango quedó solo, luego de recibir una amenaza de bomba. Al lugar llegó una veintena de elementos del Ejército para revisar y registrar todos los vehículos en el estacionamiento.
Al filo de las 10:30 horas, el subprocurador Alejandro Moreno Valadez recibió una llamada del Centro de Control, Cómputo y Comando (C-4), para avisar de la amenaza y solicitarle que desalojaran el edificio.
Alrededor de 65 trabajadores de la Subprocuraduría de Justicia y cerca de 100 personas que había en esos momentos realizando trámites diversos, salieron del edificio en tanto llegaban los soldados.
Todos los vehículos sin excepción, unos 90 en total, fueron revisados de forma minuciosa por las fuerzas federales en busca de algún artefacto o armas de fuego, pero nada se encontró.
Otros elementos del Ejército por su parte, algunos con perros entrenados, revisaron en todas las oficinas, sanitarios, sala de juntas y sala de espera, pero nada.
Algunas de las personas optaron por retirarse al saber que las oficinas volverían a funcionar hasta las 12:30 horas, en tanto que la mayoría de las secretarias salieron a su almuerzo mientras revisaban.
El subprocurador precisa que del C-4 le informaron que se habían recibido dos llamadas con amenazas de bomba y ante la recomendación se ordenó desalojar el edificio.
“No me dieron pormenores de las llamadas, si eran voces femeninas o masculinas, pues ya de eso se encarga el Ejército y sólo atendemos las recomendaciones que nos hacen”, explica Moreno Valadez.
Al filo de las 12:45 horas, el personal volvió a sus puestos a continuar con sus labores y todo volvió a la normalidad.
Vuelve el temor
Luego de la detención de un ex policía de Lerdo que había hecho vía telefónica una amenaza de bomba, hace 6 meses, no se había recibido otra en la Región Lagunera de Durango, hasta el día de ayer.
Como se informó en este medio, el viernes 11 de abril pasado, José Luis Zúñiga Rosales, ex policía municipal, fue descubierto después de la amenaza, en calzada J. Agustín Castro y bulevar Miguel Alemán, donde en un teléfono público dijo que explotaría una bomba en la Clínica 10 del IMSS.
Con la captura del sujeto se terminaron las falsas alarmas, pero ahora de nueva cuenta se registró una amenaza, en la Subprocuraduría de Justicia.
