El coche-bomba que estalló a las afueras de la Embajada hindú en Afganistán quedó completamente destruido. (AP)
Señalan que eran civiles afganos en su mayoría; este acto es el más sangriento de este año.
Al menos 41 personas, la mayoría civiles, murieron ayer en un atentado con coche-bomba contra la Embajada de la India en pleno centro de Kabul, el más sangriento registrado este año en la capital afgana.
Cinco de las víctimas mortales trabajaban en la embajada atacada, pero eran civiles afganos en su mayoría, incluidos niños y mujeres, que hacían cola en la puerta para conseguir un visado, según distintas fuentes oficiales.
Un portavoz del Ministerio afgano del Interior consultado dijo que el ataque causó la muerte de 41 personas, entre ellas seis policías afganos, y cien heridas
El atentado se produjo hacia las 08:30 de la mañana hora local (04:00 GMT), cuando la Embajada estaba abriendo sus puertas al público y la zona estaba llena de gente que acudía a sus trabajos.
El suicida, a bordo de un vehículo, accionó los explosivos en la puerta principal de la legación, situada enfrente del Ministerio afgano del Interior, explicó el portavoz afgano de Defensa, el general Zahir Azimi.
Según una versión difundida por la prensa en Nueva Delhi, en el momento del ataque estaba accediendo al recinto el vehículo del agregado militar, pero una fuente de Exteriores consultada dijo no poder confirmar los detalles del atentado.
El ministro indio de Exteriores, Pranab Mukherjee, informó en rueda de prensa en Nueva Delhi transmitida en directo por el canal de televisión NDTV que el atentado causó la muerte a cinco miembros de la sede diplomática.
Los fallecidos son el agregado militar, R.D Mehta, y el consejero de asuntos políticos, Venkat Rao, así como de dos miembros del equipo indio de seguridad y un empleado afgano de la Embajada.
El cuerpo del consejero de asuntos políticos salió disparado hacia el tejado de la Embajada debido a la intensidad de la explosión, que destrozó las puertas y dañó varios inmuebles tanto del recinto diplomático como de las proximidades, y se oyó en todo Kabul.
“Una gran parte de nuestro edificio ha quedado devastada”, describió un miembro de la legación a la agencia IANS.
También fallecieron siete afganos del equipo de vigilancia que custodiaba la sede diplomática, donde otros tres empleados resultaron heridos, según la agencia india PTI.
Noventa de los heridos fueron ingresados en distintos hospitales kabulíes, mientras otros 51 fueron dados de alta tras recibir asistencia, dijo el portavoz del Ministerio afgano de Sanidad, Abdullah Fahim.
Cientos de efectivos de seguridad y equipos de rescate acudieron de inmediato a la Embajada, cuyo personal fue evacuado, entre ellos el embajador, Jayant Prasad, quien resultó ileso.
Aunque uno de los portavoces principales de los talibanes, Yousif Ahmadi, asumió la autoría del acto terrorista en comunicación, el otro, Zabiullah Mujahid, le desmintió.
REPUDIAN ACTO
El Ministerio del Interior de Afganistán dijo que el ataque había sido perpetrado por “terroristas en cooperación con servicios de Inteligencia de la región”, en aparente alusión a Pakistán.
El presidente afgano, Hamid Karzai, manifestó que este “abominable acto de terrorismo” es “obra de países que no desean buenas relaciones entre Afganistán y la India”, Estados ambos enfrentados a su vecina Pakistán.
Tras el ataque, el ministro afgano de Exteriores, Rangin Dafdar Spanta, acudió a la legación india a expresar sus condolencias y reiteró la determinación de Afganistán de mantener sus buenas relaciones con la India.
Pakistán, por su parte, rehusó comentar las veladas acusaciones a sus servicios secretos y emitió un comunicado de condena del atentado.
“El Gobierno de Pakistán no piensa comentar este tipo de insinuaciones”, dijo el portavoz paquistaní de Exteriores, Mohammad Sadiq.
“Hemos manifestado nuestra repulsa y no tenemos nada qué decir respecto a las declaraciones provenientes del Gobierno afgano”, añadió.
El ministro Mukherjee condenó el “cobarde” ataque a la legación de su país y anunció el inmediato envío de un equipo a Kabul para “analizar la situación de emergencia” de su representación diplomática.
En un comunicado, el portavoz indio de Exteriores, Navtej Sarna, deploró el acto terrorista, pero mantuvo que no disuadirá a la India en el “cumplimiento de sus compromisos con el Gobierno y el pueblo de Afganistán”.
Recuerdan atentados en Metro de Londres
Autoridades británicas y cientos de personas se congregaron ayer en la estación Kings Cross del Metro de Londres para recordar el tercer aniversario de los atentados contra la red de transporte, que causó 52 muertos y más de 700 heridos.
La ministra británica de Cultura, Tessa Jowell, y el alcalde de Londres, Boris Johnson, depositaron un arreglo floral en la céntrica estación londinense a las 08:50 horas locales, justo cuando ocurrió la primera explosión hace tres años.
Jowell elogió a los sobrevivientes del atentados “por su gran coraje” y por haber logrado “avanzar con sus vidas”.
Johnson, en tanto, depositó una tarjeta conmemorativa que decía “Honramos la memoria de los que murieron el 7/7/2005, saludamos el valor de quienes resultaron heridos y nuestros pensamientos y oraciones son para las víctimas y sus familias”.
Cuatro atacantes suicidas detonaron sus explosivos en tres vagones del Metro de Londres (Russell Square, Aldgate y Edgware Road), así como en un autobús de la ciudad que transitaba por la céntrica Tavistock Square, en el primer atentado de ese tipo en esta capital.
Sobrevivientes, amigos y familiares de las víctimas también asistieron a los servicios religiosos en los sitios de las otras tres detonaciones. Tres de los suicidas: Mohammad Sidique Khan, de 30 años de edad, Shehzad Tanweer, de 22, y Hassib Mir Hussain, de 18, vivían en West Yorkshire, mientras que el cuarto, Germaine Lindsay, de 19, vino de Buckinghamshire.
Al menos 73 familiares de los lesionados han informado que aún no reciben una compensación como le prometió el Gobierno británico.
En ese sentido, la Autoridad para la Compensación por Lesiones Criminales (ACLC) dijo que ya se han pagado 15 millones de dólares a sobrevivientes y familiares de las víctimas mortales.