Un atacante suicida se inmoló este jueves cerca de un político prominente crítico de los extremistas islámicos en el noroeste de Pakistán y mató a por lo menos cuatro personas, dijo la policía. El político salió ileso.
El gobierno prometió combatir a los milicianos después de la explosión, la más reciente en una intensificación de ataques de insurgentes del Talibán y Al Qaeda contra el gobierno, los militares y blancos occidentales.
"Tenemos dos opciones: entregar el país al Talibán o derrotarlo", advirtió el ministro del interior Rehman Malik. "Los derrotaremos y los eliminaremos".
El ataque ocurrió cuando el político, Asfandyar Wali Khan, recibía huéspedes para celebrar el fin del mes de ayuno islámico del Ramadán en su hogar en Charsada, dijo el oficial de policía Akhtar Ali Shah.
"El atacante gritó '¡Dios es grande!' y corrió hacia Asfandyar Wali Khan. Vi a un guardia policial disparar y alcanzarlo en la cabeza", dijo el policía Riaz Khan. "Se cayó y se voló en pedazos".
Shan dijo que Khan resultó ileso, pero que hubo cuatro muertos y varios heridos.
El noroeste de Pakistán es la línea del frente en la batalla que libra la nación contra los milicianos, a quienes se culpa por crecientes ataques contra la OTAN y las fuerzas estadounidenses en la vecina Afganistán.
El Partido Nacional Awami, de Khan, compite con partidos religiosos protalibanes por la lealtad de la etnia de los patanes en la región. También ha criticado severamente a los extremistas islámicos. El partido también es un socio importante en la coalición gobernante del presidente prooccidental Asif Ali Zardari.
