Varias personas lloran durante el sepelio de un joven que fue asesinado en la ciudad de Najaf, Irak. Los ataques insurgentes dejaron ayer diez muertos. (AP)
Al menos diez personas murieron ayer y otras 30 resultaron heridas en varios ataques de los insurgentes en las provincias de Salahedin y en Nínive, ambas en el Norte de Irak, informaron fuentes policiales.
En el primer incidente, al menos dos personas murieron y otras 26 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba enfrente de un restaurante en pleno Centro de Tikrit, capital de Salahedin.
Las fuentes explicaron que los heridos, entre los que hay cuatro policías que estaban almorzando en el local, fueron trasladados al hospital de Tikrit, 150 kilómetros al Norte de Bagdad, para recibir tratamiento médico.
El estallido causó, además, el incendio de diez coches y abundantes daños materiales en varios vehículos estacionados delante del restaurante, que resultó completamente destruido. Inmediatamente después de la explosión, las autoridades declararon el toque de queda en Tikrit, mientras que las zonas próximas al atentado fueron cercadas para encontrar a la persona que aparcó el coche frente al restaurante.
Por otro lado en Mosul, capital de la provincia de Nínive, 400 kilómetros al Norte de Bagdad, al menos ocho personas murieron, entre ellas cinco miembros de las fuerzas de seguridad, y cuatro resultaron heridas en varios incidentes en distintos puntos de la ciudad.
Fuentes policiales explicaron que un grupo insurgente atacó con metralletas un puesto de control de la Policía en la zona de Ras al Yada, en el Suroeste de Mosul, y causaron la muerte de dos agentes y un civil, además de heridas a otros dos civiles. Por otro lado, al menos dos policías murieron y un civil resultó herido en otro ataque de los rebeldes contra un puesto de control policial en el barrio de Mansur, en el Sur de la ciudad.
Asimismo, otro grupo insurgente atacó a un oficial de las fuerzas de protección de las instalaciones petroleras cuando circulaba en su coche por el barrio de Zahra, en el Este de Mosul y lo mataron.
En barrio de Nur, en el Este de la localidad, un policía resultó herido por el estallido de un artefacto explosivo al paso de su patrulla, mientras que al menos dos insurgentes murieron tras efectuar un ataque a otra patrulla de la policía que respondió a los disparos de los rebeldes.
Saddam pidió casarse de nuevo para poder procrear
Saddam Hussein pidió permiso a sus guardias estadounidenses para casarse de nuevo y así tener descendencia masculina que reemplazase a sus hijos y su nieto muertos, según confiesa el difunto dictador iraquí en los diarios que escribió en prisión.
En la segunda y última entrega de sus diarios publicada ayer en exclusiva por el rotativo árabe internacional “Al Hayat”, Saddam reconoce haber hecho esa confesión a los médicos estadounidenses que le examinaban en prisión.
“Le dije al médico y a quienes estaban a mi alrededor: ‘Que Alá conserve mi corazón y mi salud para ver a Irak victorioso y que sea fuerte para volverme a casar y tener dos hijos para llamarles Udai y Qusai (como sus dos hijos varones) y al tercero llamarle Mustafa (como su nieto)’”.
Udai, Qusai y Mustafa, hijo del segundo, murieron en julio de 2003 en la ciudad de Mosul, Norte de Irak, en el asalto de las tropas estadounidenses, que habían recibido la información de su paradero de manos de un primo de Saddam, propietario de la casa en la que se ocultaban.
