EFE
Nuakchot, mauritania.- Al menos cinco personas resultaron heridas en un ataque cometido ayer por la madrugada contra la Embajada de Israel en Nuakchot, según dijeron fuentes de la seguridad mauritana.
El ataque contra la representación diplomática israelí se produjo cuando seis hombres armados, que llegaron en un vehículo que al parecer estacionaron en una discoteca cercana de nombre “Casablanca”, comenzaron a disparar.
Los guardias de seguridad de la Embajada israelí repelieron la agresión de los atacantes, que gritaron “Alá es grande” antes de abandonar el lugar en un vehículo.
Al parecer una mujer de nacionalidad francesa también resultó herida durante el ataque.
Fuentes de la seguridad mauritana indican que otro vehículo que pudieron haber utilizado fue abandonado en la zona, que permanece acordonada por la Policía.
El ataque contra la representación israelí, que no ha sido de momento reivindicado, se produce después de que varios partidos políticos mauritanos hayan expresado su deseo de que Mauritania rompa sus relaciones diplomáticas con Israel.
Además, ocurre después de varios meses en los que las amenazas terroristas pusieron a Mauritania en una situación difícil en materia de seguridad interior, que fue el argumento utilizado para la reciente suspensión del Rally Lisboa-Dakar, varias de cuyas etapas iban a atravesar el territorio mauritano.
El Gobierno de Mauritania lamentó esa decisión de los organizadores de la prueba deportiva y declaró que los últimos asesinatos registrados en su territorio fueron “casos aislados”.
Los organizadores aludieron al atentado que costó la vida a cuatro franceses el pasado día 24 de diciembre, atribuido a la banda Al Qaeda en el Magreb Islámico y “las amenazas directas contra la carrera” como motivos para la suspensión.
El asalto ocurrió a unos 250 kilómetros al sureste de Nuakchot y en él murieron los cuatro turistas franceses y otro resultó herido después de que tres individuos les obligaran a entregarles el dinero y les tirotearan antes de darse a la fuga.
Posteriormente, las autoridades francesas desaconsejaron a sus ciudadanos visitar Mauritania a raíz del atentado.
Además del asesinato de los ciudadanos franceses, en Mauritania se registró de nuevo el día 27 de diciembre otro ataque que incrementó la preocupación por la presunta actividad de miembros relacionados con movimientos islamistas radicales.
Tres militares murieron ese día en el Norte del país después de que los integrantes de dos coches a los que intentaban identificar abrieran fuego contra ellos.
Aquel suceso ocurrió en un puesto militar de la localidad de El Ghallawiya, cuando los militares intentaron detener a bordo de un coche a dos vehículos que no se pararon a su paso por el control.
El pasado octubre cinco presuntos miembros de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb fueron detenidos por las autoridades mauritanas, acusados de formar un Red de compra de explosivos “que pueden servir para cometer actos terroristas en toda la región del norte de África”, según dijeron entonces las autoridades.
En las semanas precedentes doce personas habían sido detenidas en el marco de las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades policiales mauritanas en la lucha contra el terrorismo.
Anteriormente, en junio de 2005, 15 soldados murieron en un ataque a una base militar en Mauritania realizado por miembros del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), organización que en septiembre 2006 anunció su alianza con Al Qaeda y pasó a denominarse Al Qaeda en el Magreb Islámico.
El 31 de julio de 2007, el Tribunal de lo criminal de Nuakchot, encargado de ese caso -en el que fueron acusados catorce presuntos terroristas islámicos- condenó a tres de ellos a penas de entre tres y cinco años de prisión.
