La tripulación del transbordador Discovery ofreció ayer una rueda de prensa en el Centro Espacial Kennedy en Florida (EU), al término de una misión de 15 días. El Discovery tuvo un aterrizaje sin inconvenientes. (EFE)
Aunque la misión se desarrolló de manera casi impecable, el Discovery dejó una plataforma de
lanzamiento bastante golpeada el 31 de mayo.
El transbordador espacial Discovery aterrizó puntual y suavemente ayer con sus siete tripulantes, luego de una misión en la que instalaron un nuevo laboratorio japonés en la Estación Espacial Internacional.
La nave descendió en medio de las nubes y aterrizó en la terminal espacial precisamente a las 15:15 GMT bajo el control del comandante Mark Kelly.
“Hermoso aterrizaje, Mark, felicitaciones por una gran misión”, dijo por radio el control de misión una vez que se detuvo la nave. “Es bueno estar de regreso”, respondió Kelly.
La misión abarcó 14 días, 217 órbitas y 9.2 millones de kilómetros, y fue descrita por la NASA como algo que sería imposible de ser más serena.
Kelly y su tripulación realizaron todas las tareas previstas. Instalaron el laboratorio japonés Kibo (esperanza), por ahora la sala más grande y la instalación científica más avanzada de la estación, y dejaron una bomba necesaria para reparar un inodoro.
También dejaron un nuevo astronauta estadounidense en reemplazo de Garrett Reisman, quien regresó luego de 95 días en el espacio.
La esposa de Reisman, Simone Francis, aguardaba en el Centro Espacial Kennedy. Últimamente el astronauta se dirigía a ella como “mi terrícola preferida” y “cara de muñeca”.
Aunque la misión en sí se desarrolló de manera casi impecable, el Discovery dejó una plataforma de lanzamiento bastante golpeada el 31 de mayo. Unos 5 mil 300 ladrillos salieron volando del muro guardafuego, probablemente porque no estaban bien sujetos al hormigón inferior. La plataforma data de los años 60 y las misiones lunares Apolo.
Los administradores confían en repararla a tiempo para el próximo lanzamiento, el del Atlantis al telescopio Hubble, previsto para octubre.
El próximo vuelo a la Estación Internacional está previsto para noviembre, porque NASA debe tener un transbordador disponible si el Atlantis sufre algún daño grave a su escudo térmico. Los astronautas de Atlantis no podrán llegar del Hubble a la Estación Espacial.
El fantasma del Columbia, destruido en 2003 con su tripulación a bordo, apareció brevemente el viernes cuando los astronautas del Discovery observaron un objeto que se alejaba de su nave. Resultó ser un sujetador de metal que se desprendió del timón, y los ingenieros determinaron rápidamente que su ausencia no representaba un peligro para el aterrizaje.