Jugadores del equipo azulgrana señalaron que anímicamente quieren superar el golpe, tanto el de la caída ante Cruz Azul como el arbitral. (Jam Media)
Al Atlante le duele el orgullo, luego del penalty que el auxiliar José Luis Camargo les decretó en el juego ante Cruz Azul, en el partido de ida de las semifinales del Torneo Apertura 2008.
Les duele tanto o igual como hace un año (Apertura 2007), cuando en semifinales el árbitro Germán Arredondo marcó una falta dentro del área inexistente sobre Omar Bravo y mandó a Chivas del Guadalajara al frente.
Pero tal como en aquella ocasión, los Potros ya preparan el contraataque, sí, presión y quejas sobre la Comisión de Arbitraje, la misma que para el duelo de vuelta en Cancún de 2007 designó a Armando Archundia, quien no pitó un penal claro sobre el mismo Bravo y anuló un tanto al chiverío, con lo que al final los azulgranas se metieron a la final por el campeonato.
Esta vez no es muy diferente. Atlante salió del Estadio Azul el miércoles y ayer partió a casa lanzando improperios. “No nos acuchillaron, nos acribillaron, jugamos contra 12 y no precisamente por el apoyo del público”, fue la sentencia de José Antonio García, su presidente, un clamor que secundaron jugadores como el delantero colombiano Luis Gabriel Rey.
Desde que el organismo que dirige Aarón Padilla dio a conocer la terna arbitral, el colombiano sabía que tendrían todo en contra, en particular con Camargo como línea número uno.
“Desde que jugaba en la Primera División A nos perjudicó, alguna vez nos marcó cuatro penales, entonces imagínate, son situaciones extrañas y que nos duele”, recuerda Rey.
“Cruz Azul es un equipo grande, y lógicamente que esa camiseta pesa más que la de nosotros. No creo que sea coincidencia que nos marquen un penal y que en otra jugada de mano a nuestro favor ni la vean, pero siempre va a pesar la camiseta de los equipos de más tradición”, insistió.
La línea de los jugadores del Atlante fue la misma. Sin importar nombre, el objetivo fue cuestionar el trabajo arbitral, dejando a un lado los errores que cometieron en el choque de ida ante los cementeros.
“Ayer (el miércoles) recibí muchas patadas y el árbitro no hizo nada. Sin duda hay jugadores a los que se les permite pegar, y a otros como a mí hasta me persiguen”, señala el argentino Gabriel Pereyra.
“Sólo basta recordar lo que ha pasado en los últimos meses que cuando saco una máscara para festejar un gol hasta me amonestan, si simulo una falta me sacan amarilla, pero pegar sí lo permiten, entonces habrá que dar patatas”, señaló.
El único que se salió del script fue el técnico José Guadalupe Cruz, quien deja atrás el cuestionado trabajo de Camargo, “tenemos que mejorar en lo mental y en lo futbolístico, es evidente que haré algunos ajustes. En el partido del sábado trabajaremos en particular en lo mental, hay que cambiar el chip, debemos de evitar engancharnos con el arbitraje, hay que dejarlos trabajar”.