Matías Vuoso se alza en todo lo alto para rematar de cabeza un servicio desde la banda izquierda por parte de Juan Pablo Rodríguez para conseguir la igualada 1-1 ante los Pumas, ayer en Ciudad Universitaria. (Jam Media)
En cerrado partido, Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Santos Laguna empataron 1-1 en el Estadio Olímpico Universitario, choque correspondiente a la fecha 11 del Torneo Clausura 2008 del futbol mexicano.
La escuadra auriazul se adelantó en el marcador con anotación de Marco Antonio Palacios, al minuto 24, mientras que el conjunto lagunero logró el empate al 38, obra del argentino Vicente Matías Vuoso con colaboración del portero “felino” Sergio Bernal.
Con este resultado, los pupilos del brasileño Ricardo Ferreti llegaron a 15 unidades y ascendieron a la tercera posición del Grupo Uno, mientras que los de Daniel Guzmán suman 17 y se mantienen como líderes del sector Dos.
El arranque del encuentro fue dominado por los visitantes, que crearon las primeras opciones de peligro sobre la meta universitaria defendida por Bernal, quien estuvo cerca de recibir el 1-0, pero la intervención de Palacios acabó con el problema.
Pumas niveló las acciones y comenzó a tener oportunidades sobre la meta de Oswaldo Sánchez, con llegadas por los extremos y disparos lejanos, que fueron encontrados por el guardameta.
Sin embargo, Sánchez no tuvo mucha fortuna cuando al minuto 24 se cobró una falta por el sector izquierdo, y en un intento por despejar con los puños dejó el balón en el área grande, donde el “Pikolín” remató con la derecha sin marca para conseguir el 1-0.
En un constante ir y venir, ambos equipos se mostraron peligrosos, pero fue Santos el que concretó por conducto de Vuoso, cuando dentro del área se anticipó a la marca, remató con la cabeza y Bernal detuvo a una mano, pero en su intento por recuperar el balón lo empujó con el muslo para decretar el 1-1.
En la parte complementaria, Pumas y Santos se maniataron y las llegadas a gol fueron escasas, aunque las más claras fueron para la delantera del conjunto universitario, que las dejó escapar cuando ya se cantaba la anotación.
Dos de ellas las tuvo el argentino Ignacio Scocco. La primera al minuto 62, cuando en un centro por izquierda el esférico pasó entre él y la línea de gol, pero el esférico iba muy elevado y no alcanzó a conectar de cabeza.
Más tarde, al 82, quedó en mano a mano ante el arquero santista, pero no tuvo la frialdad necesaria para definir y dejó el balón en las manos del seleccionado mexicano.
Encabeza Oswaldo actuación lagunera
Oswaldo Sánchez nunca ha sido un personaje muy apreciado entre los aficionados de Pumas, en especial después de la Final del Clausura 2004, cuando todavía jugaba para las Chivas.
Ayer no fue la excepción, en cuanto saltó a calentar, alrededor de las 11:25 horas, fue recibido con la rechifla más sonora del día, pero eso poco le importo al guardameta que hoy está en Londres concentrado con el Tri.
El capitán santista sigue teniendo la voz de mando en todo momento, muestra de ello fue que cuando se dio cuenta que sus compañeros querían ingresar al terreno de juego mientras los Pumas cantaba el himno universitario, los detuvo con un fuerte grito y los regresó al vestidor.
Ahí se quedaron todos en fila, esperando a que culminara el tradicional protocolo universitario y entonces sí, entraron a la cancha para saludar a los aficionados que hicieron el viaje desde Torreón.
A la hora del partido sigue siendo un personaje fundamental para que el equipo albiverde apenas acumule dos derrotas en lo que va del torneo. Frente a los universitarios tuvo dos intervenciones que ayudaron a que el marcador no se inclinara en favor de los locales.
Primero, en el minuto 33 se lanzó a la derecha para atajar un potente disparo de Pablo Barrera que llevaba dirección de gol y en el minuto 83 achicó atinadamente a Ignacio Scocco para que el argentino estrellara el esférico en su cuerpo.
Al final, en la salida del vestidor del equipo visitante, tanto fanáticos con playeras de Santos como de Pumas, lo esperaron para que les regalase una sonrisa, les firmara un autógrafo o posara para una foto, lo cual hizo con gusto y humildad. (Agencia Reforma)