En el ejido Ana, la conductora de un auto se “metió” a una casa y causó la muerte de un menor de tres años que jugaba. La presunta responsable fue detenida y de los hechos tomó conocimiento la Agencia del Ministerio Público.
Mujer pierde el control del auto y se impacta contra una finca, matando al hijo de su acompañante.
El intento para aprender a manejar el auto que acaba de comprar, se convirtió en una tragedia para Yolanda Ramírez y su vecina Mirna Hernández, residentes del ejido Ana. Yolanda iba al volante de su auto cuando perdió el control y chocó contra una finca donde jugaba el hijo pequeño de Mirna, quien falleció de forma instantánea.
Aferrada al cuerpo del pequeño Diego, de tres años, estaba Mirna Hernández, quien se dio cuenta del accidente ya que el auto de Yolanda se metió a su casa donde estaba el niño en unos futbolitos y ahí lo alcanzó la muerte.
Yolanda Ramírez Jáquez, de 44 años, resultó con lesiones leves y sufrió una fuerte crisis nerviosa. La mujer, recién nombrada delegada priista en su ejido, dijo que acaba de comprar un auto Saturn modelo 1996 color negro a un vecino del ejido Flores Magón.
Los vecinos del lugar señalan que al auto prácticamente “se le metió el diablo” ya que al estar fuera de control derribó una barda de rejas de madera, pasó encima de unos frágiles arbolitos, subió una banqueta de 20 centímetros, destrozó la mesa de futbolito, alcanzó al niño y todavía destruyó unas macetas.
“Me enseñaba a manejar, pero se me quedó pegado el acelerador y no pude parar el carro”, repetía Yolanda como una forma de justificar el fatal accidente ocasionado con el auto estándar.
La tragedia se registró a las 11:15 horas, en una de las calles del ejido que se ubica a un costado de la Antigua carretera a San Pedro y de percance tomó conocimiento un agente de la Policía Preventiva del Estado (PPE).
Al lugar también se presentó personal de la Agencia del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud de las Personas, para dar fe de la defunción del menor Diego Rodríguez Hernández.
La presunta responsable del accidente circulaba en el auto de oriente a poniente y por su participación en el homicidio imprudencial quedó detenida preventivamente hasta que se deslinden responsabilidades.
En la casa el cuadro era funesto. Mirna tenía abrazado a su hijo que sacó de la llanta trasera derecha del auto negro. La mujer no dejó que se acercaran al pequeño ni los socorristas de la Cruz Roja, la Policía ni el Ministerio Público.
Vecinas trataban de confortarla y le pedían resignación cristiana. La mujer no cedía hasta que su marido Jorge Rodríguez le pidió al niño para cargarlo. Fue así como lograron entregarlo a las autoridades no sin que antes Yolanda se levantara para abrazar de nuevo a su hijo y despedirlo con un beso.
