La crecida del río Mississippi continúa causando destrucción a su paso por núcleos urbanos y zonas de cultivo de la zona Centro de Estados Unidos, lo que ha elevado los precios del maíz y la soja a niveles récord.
Las localidades a lo largo del río Mississippi en el Sur de Illinois y Missouri luchan por contener el cauce fluvial.
El Servicio Meteorológico Nacional informó ayer que la crecida del río, que ha provocado al menos 24 muertos, alcanzará niveles más reducidos de lo esperado en días anteriores.
Por ejemplo, en la ciudad de San Luis, la mayor de Missouri, se espera que la crecida sea de once metros, muy por debajo del récord alcanzado en las grandes inundaciones de 1993, de más de quince metros.
Sin embargo, “aún va a haber muchas localidades que sufran inundaciones muy serias. Incluso con los niveles más reducidos de crecida que prevemos, muchos lugares están amenazados”, declaró el meteorólogo Jim Kramper a la prensa local.
El Servicio prevé nuevas lluvias en los estados de Iowa y Missouri, ya muy afectados por las inundaciones, lo que podría empeorar la situación.
A lo largo de la jornada de ayer cedieron tres compuertas al Norte de San Luis. La corriente que se encamina hacia el Sur siguiendo el curso del río amenaza las localidades de Winfield y Elsberry, al Norte de San Luis.
En el condado de Lincoln, donde se encuentran ambas poblaciones, el río supera el nivel de un 90 por ciento de las compuertas.
Ante ello, docenas de voluntarios, ayudados por equipos de la Guardia Nacional, se han sumado a los esfuerzos para colocar decenas de miles de sacos terreros para proteger las compuertas.
Una primera evaluación de las autoridades indica que las compuertas que protegen Winfield resisten y la ciudad podría evitar lo peor de la inundación. Su vecina Foley no ha corrido la misma suerte y se ha visto alcanzada por las aguas que se desbordaron tras ceder las tres compuertas.
Más de 30 diques en el río Mississippi han sido rebasados por la crecida de sus caudales entre los estados de Illinois y Missouri, confirmaron ayer autoridades federales.
Informes proporcionados por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, que monitorea el río, señalaron que muchos muros de contención que sobrepasan los 30 años de haber sido construidos fueron superados por las aguas.
GRAN DESASTRE
Se considera que el desastre, que se ha cobrado ya al menos 24 vidas, puede alcanzar las dimensiones de las inundaciones de 1993, consideradas entre las peores del siglo XX y que dejaron entonces daños superiores a los 20 mil millones de dólares.
Las inundaciones actuales provocadas por las tormentas que desbordaron el Mississippi a su paso por Iowa han asolado más de cinco millones de hectáreas de tierras de cultivo, lo que ha disparado los precios de la soja y el maíz y despertado los temores de nuevas alzas de los precios de los alimentos en los mercados mundiales.
La crecida de las aguas ha destrozado puentes y carreteras, cerrado fábricas y dejado a decenas de miles de personas sin gas ni electricidad. Tan sólo en Cedar Rapids, en Iowa, se calcula que cerca de 4 mil personas se han quedado sin hogar.
El tráfico fluvial se encuentra interrumpido, lo que causa pérdidas de varios millones de dólares diarios a los propietarios de las barcazas.
La Casa Blanca ha prometido cerca de 4 mil millones de dólares en ayuda de emergencia procedente del fondo federal para desastres.