Bordos (en el segundo plano) contienen el río Nazas en el ejido Guadalupe, al Sur de Francisco I. Madero. Autoridades pretenden tumbar los bordos para aliviar la presión del agua antes de que inunde comunidades cercanas. (Fotografía de Ángel Padilla)
Mantienen igual la extracción de la presa Francisco Zarco, pero Palmito sigue tomando agua
El peligro de un desbordamiento del río Nazas entre Francisco I. Madero y San Pedro aumentó con la acumulación de agua, mientras autoridades se apresuraban ayer a tumbar bordos de protección para desfogar el agua antes de que el río inunde más comunidades.
Trabajadores del Gobierno Estatal tumbaron ayer bordos en los ejidos Santa Mónica y San Lorenzo para aliviar la presión del río al Sur de Madero y derivar agua a zonas no pobladas.
Sin embargo, el subsecretario de Protección Civil de Coahuila, Segismundo Doguin, dijo que existe incertidumbre ante una creciente del caudal. Esto provocaría daños en comunidades más cercanas a Madero, a la altura del ejido Guadalupe.
Mientras tanto, pobladores de las comunidades en mayor riesgo, los ejidos Nuevo León, Jaboncillo, Santo Niño y Guadalupe, reforzaban las laderas del río con costales de arena para proteger sus poblados.
Hasta ayer se habían colocado 130 mil sacos de arena a lo largo de 2 kilómetros, pero permanecía el peligro de que entrara más agua y llegara hasta la cabecera municipal de Madero.
Aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) había advertido que aumentaría el gasto de las presas debido a más lluvias en la cuenca alta del Nazas; ayer decidieron dejar la extracción de la presa Francisco Zarco en 400 metros cúbicos por segundo (m3/s) y no incrementarla a 450. Un aumento del gasto habría representado más peligro para la cuenca baja.
Sin embargo, el gasto de la presa Lázaro Cárdenas (Palmito), río arriba, sí subió de 500 a 600 m3/s debido a fuertes entradas de agua. El Palmito está a 117 por ciento de su capacidad ordinaria y la Francisco Zarco a 82 por ciento.
El jueves en la noche, el gobernador Humberto Moreira se reunió con personal de la Conagua, quienes determinaron los puntos donde había que romper bordos para aliviar la presión sobre comunidades.
Hasta ayer, unas 700 personas habían sido evacuadas en las comunidades entre Francisco I. Madero y San Pedro y alojadas en albergues y hoteles, aunque en San Pedro algunos empezaron a regresar a sus comunidades al no sentir peligro.
En otros casos, los evacuados se refugiaron en casas de familiares y amigos. Mientras tanto, el Gobierno del Estado, los municipios de La Laguna de Coahuila, organismos sociales y empresas juntaban alimento y ropa para llevarlos a albergues.
En el albergue del Gimnasio Municipal de Madero, niños se entretenían haciendo dibujos que reflejaban su situación: pintaban casas, corrales y escuelas bajo el agua y carreteras y caminos destruidos.
El secretario de Gobierno de Coahuila, Armando Luna Canales, dijo que en el margen derecho del río, a la altura del ejido Guadalupe, planean eliminar los bordos de protección y la maleza que obstaculiza el paso del agua.
“Vamos a abrir la escotadura del río porque está obstaculizado por bordos y maleza, queremos despejar para que el agua corra lo más rápido posible, porque el agua se atora aquí y genera un tapón aguas arriba, esto es un efecto dominó, lo que pasa aquí afecta los ejidos Coyote y La Luz”, dijo.
Otro punto crítico está en los llamados “Puentes Cuates”, donde autoridades esperan que el agua cruce por debajo de la carretera hacia el Norte. (Con información de G. Miranda y F. Pérez-Canedo)
