Hay frases que lo dejan a uno marcado, cual hierro candente, a lo largo de la vida. En alguna ocasión, platicando con un buen amigo respecto a la nostalgia de un ser querido me dijo: “La ausencia duele. Es como la muerte, nomás que con remedio”.
En los días que corren, sobre todo en el ámbito deportivo, sufriremos algunas ausencias que espero no causen demasiado perjuicio en el entorno donde se presenten.
Las primeras serán las de los jóvenes convocados para integrar la Selección Sub-23 que buscará el boleto para representar al balompié nacional en los Juegos Olímpicos de Beijing el próximo verano. Jamás en la historia del deporte de las patadas se había dado este fenómeno donde jugadores con escasa participación en Primera División le hagan un boquete a la alineación de sus respectivos equipos.
En ese sentido, Guadalajara perderá a Omar Esparza, Patricio Araujo, Sergio Ávila y Omar Arellano; la Máquina Celeste sufrirá sin César Villaluz, Édgar Andrade y Julio César Domínguez; Pumas echará de menos a Efraín Velarde y a Pablo Barrera; y qué les parece el América, quien se quedará sin el ángel guardián de la portería en la persona de Guillermo Ochoa.
A nivel internacional, parece que estamos presenciando la ausencia definitiva en las canchas del astro brasileño Ronaldo, quien sufrió la enésima lesión de rodilla y estará en el “hule” de seis a nueve meses, lo que significa un duro revés para el Milán.
Alguna vez apodado el “Fenómeno”, el inmenso talento de Ronaldo sólo ha tenido como freno sus problemas de salud. Constantes lesiones, sobrepeso, convulsiones, han sido un espectro en el accionar de este extraordinario futbolista. Imposible olvidar escenas como aquella donde la rodilla se sale de su lugar al intentar una gambeta, enfundado en la casaca del Inter o verlo deambular en la cancha, errático y desorientado por los tranquilizantes, en la gran final de Francia 1998.
Otra ausencia importante privará al mundo del ciclismo de ver al español Alberto Contador defender su corona en la edición del 2008 de la Tour da France. Los organizadores del evento, en un desesperado intento por limpiar la imagen del ciclismo profesional del fantasma del dopaje, han desestimado invitar al equipo Astana, del cual forma parte este excepcional atleta.
La medida afectará también la participación del estadounidense Levi Leipheimer, tercer lugar el año pasado y del alemán Andreas Kloden, uno de los favoritos para ganar la prueba.
Finalmente, el caso de Roger Clemens puede sellar no sólo su ausencia de los diamantes sino incluso del Salón de la Fama, cuyo lugar en la inmortalidad parece asegurado, a causa de su presunta ingestión de esteroides y la tenaz negativa de haberlo hecho.
Su ex preparador físico Brian McNamme se le ha tirado a la yugular de forma desproporcionada y el “Cohete” ha aguantado vara compareciendo incluso ante una Comisión del Congreso. Ojalá salga limpio. Reciban, amigos, un afectuoso saludo y un abrazo en el Día de San Valentín.
