Cruce los brazos de forma que los dedos de las manos alcancen bien los hombros. Con la punta de los dedos dé un masaje a la parte trasera de los hombros.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F.- Hay ocasiones en que el cuerpo está fatigado de más, que los músculos del cuello y la espalda están rígidos como una tabla y es urgente un masaje.
Si el tiempo o presupuesto no alcanzan para ir a una sesión con un masajista o no hay quien pueda auxiliar en la casa, es momento de aplicar un automasaje.
La cabeza, cuello, espalda y hombros, son las partes del cuerpo donde se concentra principalmente, la tensión propiciada por el estrés diario. La buena noticia es que realizando distintos movimientos y presiones con las manos, se pueden dar a estas zonas un agradable descanso.
Aurora Zacarías Colín, masajista de los hoteles Condesa Df y Habita, nos explica paso a paso cómo aplicar un automasaje.
Lo primero es buscar una superficie plana y rígida donde sentarse, (un tapete en el suelo o sobre la alfombra, la cama no es recomendable porque es más suave).
Si se prefiere, puede adoptar la posición de loto si no basta con sentarse o permanecer parado, pero siempre con la espalda recta.
Realizar estos ejercicios no tomará más de diez minutos y pueden ayudar a conciliar el sueño y descansar bien.
CUELLO
Para devolver la suavidad y elasticidad a los músculos del cuello hay que empezar a mover la cabeza. Primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda, manteniendo el cuello recto. Luego hacia atrás, tratando de juntar los dientes de abajo con los de arriba; en seguida, la cabeza baja, estirando la nuca.
Todo se hace con movimientos circulares suaves hacia un lado y hacia el otro, inhalando antes de iniciar cada vuelta y exhalando al terminar.
Ahora, jale el cuello hacia un lado de forma que se sienta una ligera tensión, la cabeza voltea como a 45 grados de su posición original. Este movimiento es bueno para quien tiene problemas de torceduras en esta zona.
CABEZA
Coloque las manos en la nuca y con la yema de los dedos haga movimientos circulares suaves o fuertes para realizar un masaje profundo. De la nuca avance hasta llegar detrás de las orejas, siga con el área occipital, parietal y temporal. Siempre masajeando con las yemas de los dedos.
Ahora, con la parte baja de las palmas de las manos ejerza presión en la nuca y en la frente, luego arriba de las orejas, hasta pasar por toda la cabeza.
HOMBROS Y ESPALDA
Cruce los brazos de forma que los dedos de las manos alcancen bien los hombros. Con la punta de los dedos de un masaje a la parte trasera de los hombros.
Si no resulta cómoda esta posición, se puede hacer uno por uno, primero la mano derecha masajea al hombro izquierdo y viceversa. Con estos movimientos se relaja el trapecio.
A continuación baje un brazo y toque con el dorso de la mano la espalda, el otro brazo seguirá cruzado, tocando el hombro. Una extremidad da masaje a la parte alta de la espalda y la otra en la parte baja. Después se intercambian los brazos para frotar el otro lado.
Por último, con la mano recta, se dan ligeros golpes desde el cuello hasta el final del hombro. Luego, la mano se coloca en forma cóncava y se dan palmaditas de manera que suene al hacer contacto. Se debe trabajar igual, de forma cruzada para no forzar los brazos.