El presidente Felipe Calderón entrega reconocimiento post mortem a Fernando Martí Haik, el cual fue recibido por Alejandro Martí y su esposa. (El Universal)
Reconoce el presidente que los Derechos Humanos enfrentan la incapacidad que hay para terminar con la impunidad.
El origen de muchas violaciones a los derechos humanos está en la propia autoridad, reconoció el presidente Felipe Calderón durante la entrega del Premio Nacional de los Derechos Humanos, que recibió la luchadora social Esther Chávez.
Ante los secretarios de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna; el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Eduardo Medina-Mora, y el ombudsman nacional, José Luis Soberanes, Calderón Hinojosa reconoció que los Derechos Humanos enfrentan la limitación y la franca incapacidad que hay para terminar con la impunidad.
“La acción del Gobierno ha estado enfocada, precisamente, a transformar una realidad de impunidad y de corrupción en una realidad de leyes y de derechos que se hagan vigentes.
Es un compromiso de largo plazo que atiende lo urgente, pero también atiende lo importante, y que requerirá, desde luego, tiempo y recursos, como lo es la depuración y el fortalecimiento de los cuerpos policiacos en el país, porque sabemos que el origen de muchas violaciones a los derechos humanos está, precisamente, en la propia autoridad”.
La entrega del premio se dio en el marco del LX Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada el 10 de diciembre de 1948.
El titular del Ejecutivo, quien también entregó un reconocimiento post mortem a Fernando Martí, que fue recibido por su padre Alejandro Martí, dijo que el fallecimiento del joven y los crímenes en Ciudad Juárez, Chihuahua, “representan la expresión y la suma de muchos males que se dejaron crecer, que no se atendieron a tiempo y que hoy se han convertido en una amenaza para el bienestar y la tranquilidad de las familias mexicanas”.
Además, dijo, “simbolizan la corrupción e inoperancia de las instituciones de justicia y las limitaciones de las leyes y autoridades. Simbolizan, sobre todo, la impunidad, que tanto daño le ha hecho y le hace a nuestro México”.
Calderón compartió lo dicho por Esther Chávez al señalar que “si el miedo a la violencia nos paraliza, entonces la batalla estará perdida”.