Habitantes de Galveston realizan labores de limpieza y reparación de su vivienda tras el paso devastador del huracán “Ike” en Texas (EU). (AP)
Una semana después de que el huracán “Ike” destruyó barrios enteros y casi todos los servicios básicos de Galveston, hay un plan para empezar a permitir el regreso de aproximadamente 45 mil residentes desalojados.
Quienes se fueron atendieron advertencias terribles para que huyeran. Ahora están recibiendo una nueva advertencia: no será fácil regresar a casa.
Falta de electricidad, servicio de alcantarillado limitado y el suministro de agua irregular son algunos de los agobios que podrían esperar a los residentes cuando inicie la próxima semana su regreso gradual a Galveston, dijeron funcionarios de la ciudad.
“Necesitarán decidir si quieren regresar en esas condiciones”, dijo el administrador de la ciudad Steve LeBlanc.
Se permitirá regresar a los residentes en fases, comenzando por las áreas menos dañadas, principalmente atrás del malecón en la parte Este de la isla, y después hacia el muy dañado límite Oeste, señaló el funcionario.
Hay únicamente combustible y otros suministros limitados. Pero los negocios están comenzando a abrir lentamente, el suministro eléctrico está regresando y está mejorando el servicio de telefonía celular.
Los residentes de la muy golpeada Península Boliviar también comenzarán a ver sus casas la próxima semana, aunque sólo un atisbo rápido; y debido a que el camino principal es intransitable en algunos puntos, los residentes serán transportados en camiones de carga y otros vehículos pesados para su visita.
El juez del condado de Galveston Jim Yarbrough, el funcionario electo de mayor nivel del condado, dijo que 60 policías estatales estaban patrullando la muy dañada península.
Las autoridades terminaron hace mucho tiempo la búsqueda de cadáveres en la Isla de Galveston y la península, aunque advirtieron que podrían encontrar más. Las autoridades han atribuido 57 muertes en Estados Unidos debido a “Ike”, 23 de ellas en Texas.
Se disparan en Cuba los precios de alimentos
Los precios de los productos agropecuarios han tenido grandes alzas en Cuba tras el paso de dos huracanes devastadores por la isla y en medios diplomáticos incluso se habla del riesgo de una “hambruna”.
Los ciclones “Ike” y “Gustav” asolaron Cuba entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, causando pérdidas calculadas oficialmente en 5 mil millones de dólares, aunque expertos citados por la televisión estatal elevan la cifra hasta 10 mil millones.
Aunque Cuba importa el 80 por ciento de los alimentos que consumen sus 11.2 millones de habitantes, diplomáticos y analistas opinan que el impacto de los huracanes en la ya escasa producción agropecuaria sume al país en una crisis delicada en momentos de altos precios en los mercados internacionales. El Ministerio de Agricultura aseguró que hay más de 110 mil hectáreas de cultivos afectadas, en un país que ya tiene la mitad de sus tierras ociosas, según las autoridades.
Un diplomático europeo calculó que se ha perdido el 60 por ciento de las cosechas y otros comentaron que el Gobierno ya tenía problemas para pagar la importación de víveres, que iba a costar este año 2 mil millones de dólares antes del desastre.