La industria automotriz en EU experimenta considerables bajas en los últimos años.
Las empresas automotrices buscan hacerle frente a la crisis financiera.
Las conversaciones para la fusión de General Motors y Chrysler se han acelerando y los equipos negociadores involucrados esperan terminar el acuerdo antes de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre, según algunos medios.
Tanto General Motors como el fondo de inversiones Cerberus -propietaria del 80.1 por ciento del accionariado de Chrysler- confían en una rápida resolución de las negociaciones y que el gobierno federal proporcionará ayudas económicas para completar el acuerdo.
Otro periodico, señaló que dijo que el fundador de Cerberus, Stephen Feinberg, está presionando para que GM y Chrysler lleguen a un acuerdo lo antes posible.
Mientras, el rotativo dijo que el consejero delegado de GM, Rick Wagoner, tiene dudas sobre la conveniencia de fusionar dos fabricantes de automóviles deficitarios a pesar de que el presidente de GM, Frederick Henderson, y el vicepresidente, Bob Lutz, apoyan el acuerdo.
Wagoner ya se opuso en 2006 a la fusión entre GM y Nissan-Renault, tal y como quería el entonces principal accionista individual de General Motors, el multimillonario Kirk Kerkorian.
Precisamente, al parecer Nissan-Renault también está considerando una oferta por el Grupo Chrysler, según han publicado varios medios de comunicación, a pesar de que oficialmente la compañía francesa ha negado tener interés en un posible acuerdo.
A pesar de lo publicado en los últimos día sobre la fusión de los dos fabricantes de automóviles, ni General Motors ni Chrysler o Cerberus han confirmado oficialmente que están negociando.
“The Detroit News” dijo que la revelación la semana pasada de que las dos empresas estaban negociando ha provocado ciertas complicaciones, lo que explicaría el silencio de todas las partes implicadas.
Por su parte, “The Wall Street Journal” afirmó en su edición de ayer que GM ha empezado las conversaciones formales para la venta de la marca Hummer, especializada en la producción de todoterrenos de gran tamaño y elevado consumo.
La venta de Hummer, cuyas ventas se han desplomado a medida que los precios del petróleo se disparaban en los pasados meses, está relacionada con la posible compra del Grupo Chrysler, empresa que produce vehículos bajo las marcas Chrysler, Dodge y Jeep.
Por un lado proporcionaría liquidez a las arcas de GM en un momento en el que varios analistas han indicado que la compañía necesita varios miles de millones de dólares para poder funcionar sin problemas hasta finales del 2009.
Por otro, parece que GM estaría interesado en mantener sólo la marca Jeep, especializada en la producción de todoterrenos.
Según lo publicado en las últimas horas, las conversaciones están perfilando un futuro en el que GM absorberá las marcas de Chrysler y se hará con los más de 11 mil millones de dólares en efectivo que el tercer fabricante de automóviles estadounidense tiene en sus arcas.
General Motors cerraría numerosas factorías e instalaciones del Grupo Chrysler y aprovecharía los 11 mil millones de dólares en efectivo para financiar sus operaciones hasta el 2010 cuando los analistas preven la recuperación del mercado estadounidense.
General Motors ha perdido casi 19.000 millones de dólares en los primeros seis meses del año y los analistas calculan que tiene un déficit mensual de mil millones de dólares.
El mayor fabricante estadounidense de automóviles contaba en junio con 21 mil millones de dólares en efectivo y en otros instrumentos financieros, así como acceso a cinco mil millones de dólares en créditos.
Cerberus adquirió en 2007 a la alemana Daimler el 80.1 por ciento del Grupo Chrysler a cambio de siete mil 200 millones de dólares.
Inmediatamente después de su adquisición, analistas y líderes sindicales expresaron su temor de que Cerberus estaba interesado en la liquidación del fabricante de automóviles.
Tanto los directivos del fondo de inversiones como los nuevos gestores de Chrysler afirmaron que los planes de Cerberus eran quedarse con el fabricante a largo plazo.
Pero Feinberg teme que el sector del automóvil estadounidense esté a punto de reventar y quiere que Cerberus esté fuera de Chrysler antes de que eso pase.
J.D. Power advirtió la semana pasada de que las ventas de automóviles en todo el mundo se pueden “colapsar” el próximo año.
Para 2008 las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos no llegarán a los 14 millones de unidades, 2.1 millones menos que en 2007, y que se hundirán hasta los 13 millones en 2009.
Cierran empleos las automotrices
La industria automotriz y de autopartes tendrá uno de sus peores años en cuanto a la generación de empleos, ya que se podrían perder más de 6 mil puestos de trabajo.
Hasta julio de 2008, el ensamble de vehículos y toda la cadena de autopartes había expulsado a 4 mil trabajadores, según la Encuesta Industrial Mensual del INEGI, la última estadística disponible.
En las armadoras y autoparteras no se habían perdido empleos desde 2003, año en que se despidieron a 7 mil 618 trabajadores.
De acuerdo con el INEGI, las subramas más afectadas después del ensamble de automóviles fueron la fabricación de partes y accesorios, donde se perdieron mil 503 empleos; la fabricación de motores, con la reducción de 508 plazas, y el ensamble de sistemas de suspensión, con una caída de 549 puestos.
Agustín Ríos, presidente de la Industria Nacional de Autopartes, dijo que debido al escenario negativo para las ventas de autos en Estados Unidos, el valor de la producción de autopartes en el País será menor al registrado el año pasado, lo que afectará la generación de empleos.
“En el corto plazo todavía no se ve el impacto, pero aumentan los costos y disminuyen los volúmenes de compra, lo que afecta la rentabilidad de las compañías”, indicó Ríos, durante la última conferencia de prensa del organismo.
El año pasado se generaron 15 mil 640 empleos en el sector de autopartes, 3.1 por ciento más que en 2006, pero este año el escenario es diferente.
A principios de mes, Delphi, el fabricante de autopartes más grande del país, despidió a 260 personas de su división de Sistemas Eléctricos y Conmutadores en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Estos despidos se sumaron a las mil 500 plazas que la compañía eliminó en agosto debido al cierre total de otra planta ubicada en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua.
“La industria de autopartes es la mayor generadora de empleo en la industria automotriz. Sin embargo, la tendencia no es favorable.
“Esto se debe a la competencia global en este sector donde la productividad es un factor esencial para seguir en el mercado y por otro lado, la incertidumbre y contracción de la demanda automotriz que prevalece en Estados Unidos”, explicó el Sistema de Información del Sector Automotor Mexicano.