Aunque se está trabajando en ello, en el municipio aún existen muchas lámparas que necesitan mantenimiento.
De las casi cinco mil lámparas fuera de servicio desde el inicio de la Administración Municipal, que representan la totalidad de todo el alumbrado público, se han reparado alrededor de dos mil 500 luminarias y colocadas nuevas, unas 600, asegura el director de Servicios Públicos Municipales, Servando Muñoz Zárate.
El funcionario reconoce que casi a diario reciben quejas sobre el alumbrado público en las diferentes colonias y comunidades rurales, “pues recibimos un enorme rezago en ese renglón, pero al comenzar a trabajar, hemos avanzado considerablemente”.
Muñoz Zárate especifica que en 2007 se repararon más de mil 860 lámparas y se instalaron más de 278 totalmente nuevas.
“De enero a febrero de este año, le dimos mantenimiento a 273 de ellas, en lo que se refiere a la reposición de balastras y fotoceldas; además hemos repuesto 25 lámparas que ya no tenían ningún tipo de remedio...”, manifiesta para aclarar que las acciones se han realizado tanto en la zona urbana como en la rural.
El funcionario municipal considera que existen muchas lámparas que necesitan mantenimiento, “estamos seguros de eso, porque la demanda es mucha, porque en algunos sectores de la ciudad el vandalismo nos las destruyen constantemente”.
Caso concreto señala a la comunidad de Santo Tomás y la zona de la calle Pabellón, donde los grupos de vagos quiebran los focos a fin de que la oscuridad prevalezca en ese lugar para realizar sus fechorías con más libertad.
“Todo eso genera un gasto considerable al Municipio, estamos hablando que el año pasado gastamos un promedio de un millón 436 mil 662 pesos en la compra de focos, lámparas totalmente nuevas, cinta, fotoceldas y cable, porque el robo de este material está a la orden del día...”.
ROBO DE CABLE
El robo de cable ha sido otro importante problema que afecta al servicio de alumbrado público, además de las pérdidas que sufre el Municipio”, dice Muñoz Zárate, luego de señalar a la calzada Lázaro Cárdenas, bulevar Torreón-Matamoros y bulevar Santos Valdés como los sitios donde más se ha presentado esta problemática.
“Por orden del alcalde Raúl Onofre Contreras, tuvimos que cambiar del cobre al de aluminio para evitarlo, pues los ladrones obtienen más dinero con la venta del cobre y la facilidad que tienen para comercializarlo es mayor”, subraya el funcionario.
