Analistas de la industria aérea dan pocas esperanzas de vida a la aerolínea Avolar, pues su salud financiera se va deteriorando y también por los diversos ajustes observados en los últimos meses como el paro de aviones y recorte de personal.
Este lunes Jorge Nehme, dueño de la aerolínea anunció que demandará por incumplimiento a los empresarios Sergio Chedraui y Oliver Fernández, con quienes firmó un convenio para que los nuevos socios aportaran el financiamiento necesario para saldar las deudas existentes, el pago de pasivos, entre otros. Para los analistas, el anuncio es muestra de que la aerolínea cae en picada.
Para Juan Antonio José, especialista en aviación, éste se ve como un caso similar al de Líneas Aéreas Azteca (LAA). Las dos aerolíneas nunca llegaron a su punto de equilibrio, acumularon pasivos, han pasado por una crisis severa, recortes de personal y en ambos casos hay problemas entre los socios capitalistas. “En un intento un poco desesperado los anteriores dueños buscaron capital fresco y en ambos casos se complican las cosas, se dan cuenta que el negocio no es tan bueno como parecía”, comentó.
En su opinión, el caso de Avolar es sintomático de la condición que guarda la aviación comercial actualmente. La aerolínea ya venía acarreando pasivos y con los incrementos constantes en el precio del combustible, su condición se agrava, por lo que no descartó que se repita la historia de LAA y que pudiera desaparecer en un corto plazo. “Llama la atención que aún a pesar de estar en un nicho supuestamente atractivo, enfocándose a un mercado de bajo precio (como son los migrantes que vuelan desde Tijuana), no fue viable”.
El entrevistado recordó que Avolar fue la primera aerolínea de bajo costo mexicana, no obstante, antes de la llegada de la crisis de la aviación por el combustible ya mostraba problemas financieros, cancelación de rutas y aviones en tierra, lo que habla de problemas en su planeación.
De acuerdo con Jorge Sunderland, director de la consultoría en aviación Sunderland Kuri, el caso de Avolar “refrenda una vez más el enorme desorden que la administración aeronáutica pasada heredó a la actual, ya que sin el pleno conocimiento del sector otorgó concesiones, permisos y derechos de tráfico a una serie de nuevos jugadores, en donde no se tomaron en cuenta tres temas: experiencia en el sector, capacidad financiera y administración de riesgos en una industria como ésta”, que ahora en general enfrenta una severa crisis.
Sunderland explicó que Avolar creó un modelo de negocio bastante moderno en términos de competencia (buenas tarifas y servicio entre aeropuertos poco atendidos), con un nicho de mercado interesante en las rutas del noroeste del país. A medida que la crisis se acercaba más tuvo que evolucionar, experimentar nuevas rutas y mercados, principalmente desde el centro del país. Sin embargo, con la sobreoferta en el mercado doméstico, la estrategia de tarifas bajas no le permitió generar los ingresos necesarios para ser rentable.
Sunderland consideró que con esto Avolar es una de las que sigue un camino hacia el cierre como tantas empresas en el mundo que están haciéndolo en este momento.
Desde el punto de vista de Fernando Gómez, consultor aeronáutico si la aerolínea quiere sobrevivir necesitará apoyos financieros para cumplir con su gasto corriente y planes de inversión, sobre todo, el pago de aeronaves rentadas, la nómina y gastos de mantenimiento. A decir del experto, hacerse más pequeña aligerará un poco la carga y ayudará enfrentar la situación actual. “Una aerolínea con problemas se debilita en cuanto a imagen y en cuanto a su valor”.