La Narro firmó un convenio con 13 casas comercializadoras para producir semilla mejorada de sorgo y maíz.
La Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) firmó ayer lunes un convenio para participar en un proyecto experimental para producir semilla mejorada de sorgo y maíz, con el objetivo de que sea utilizada por los productores de la Región Lagunera.
Con la firma de dicho convenio, la Narro ofrece el respaldo técnico de sus investigadores y estudiantes en el desarrollo de un proyecto que tiene como objetivo mejorar las ventajas de nuevos híbridos de maíz y sorgo, semillas de alto rendimiento.
Ayer lunes, durante la presentación del proyecto en el que UAAAN colabora con 13 casas comercializadoras de semilla, se dio a conocer que los primeros días de abril de 2008 se realizaron las siembras experimentales en un predio de ocho hectáreas de la pequeña propiedad Dulce María, de Javier Casas Pérez en el municipio de Gómez Palacio.
Esteban Favela Chávez, director regional de la UAAAN, dijo que la incursión de esta casa de estudios en este proyecto experimental es a través de un convenio de colaboración avalado por el rector Jorge Galo Medina Torres, con 13 casas comercializadoras representadas por Nemesio Ramírez Mejía. El objetivo es demostrar a los productores las características agronómicas de los diferentes híbridos, obtener información de planta que permita confirmar la capacidad de adaptación y de producción de los diferentes híbridos, y evaluar la calidad nutricional.
La evaluación del material genérico proporcionado a la universidad por las empresas, está a cargo de los profesores José Carrillo Amaya y Armando Espinoza Banda, investigadores de la Narro, quienes son respaldados por 20 alumnos que están próximos a egresar.
Los primeros avances del proyecto se conocerán durante una demostración programada para el próximo 24 de julio, pues se prevé que en un tiempo aproximado de dos meses se podrán establecerse las conclusiones.
Favela Chávez explicó que en la actualidad hay una demanda considerable de híbridos y es necesario conocer su adaptación a las condiciones agro-ecológicas de la región para establecer su nivel productivo, adaptación, capacidad de rendimiento y estabilidad.
Por su parte, Nemesio Ramírez, dijo que los sistemas de producción necesitan de alta tecnologías, sobre todo en el caso del maíz porque uno de sus componentes es precisamente el material genético, donde el productor exige los mejores híbridos para producir altos volúmenes de forraje y alta calidad nutricional.