Al calor de las copas los jóvenes y varones termina por reñir y en ocasiones hasta salen a relucir las armas de fuego.
Súchil, Dgo.- Los bailes en Súchil se han convertido en una actividad peligrosa, sin vigilancia policial y con un consumo excesivo de bebidas embriagantes, lo que deriva en constantes riñas y desmanes.
Cuando en Súchil se celebra una fiesta, se ha hecho costumbre el desorden, pues la Policía, sólo acude a hacer rondines ya que los pocos elementos que hay en el municipio no pueden dedicar todo su tiempo a vigilar el evento.
Es por eso que muchos jóvenes que asisten a los bailes y festejos aprovechan para hacer sus desmanes y protagonizan verdaderas peleas, que hasta se dan de botellazos, aprovechan la ocasión para beber con desenfreno, poniendo en riesgo su integridad y de la de sus semejantes.
Tal es el caso ocurrido este fin de semana, cuando en el pueblo se celebraba una quinceañera en el salón de costumbre.
Ahí, al calor de las copas y con el bullicio de la música los jóvenes se envalentonaron y echaron pleito hasta en la pista de baile, como Jesús López Perales de 33 años de edad y Víctor Paúl Ávila Román de 30 años de edad, quienes se liaron a golpes.
No conformes con agredirse a puñetazos y sin importar que hubiera muchas mujeres y niños presentes se dieron también con botellas de cerveza, mismas que se veían “volar” por el salón como peligrosos proyectiles.
Una de las botellas se quebró en el piso, provocando que saltara un vidrio de considerable tamaño que ocasionó que resultara lesionada la señora Oralia Carrillo Juanes, de 39 años de edad, pues la filosa pieza se le incrustó en un pie.
Los rijosos fueron detenidos y trasladados a la Cárcel Municipal del vecino municipio de Vicente Guerrero, ya que en Súchil las celdas están derrumbadas y el penal dejó de operar por representar un alto riesgo para la integridad de los presos.
Hechos como este, no son aislados, pues a los jóvenes, sobre todo a los hombres, se les hace fácil tomar en exceso y ya al calor de las copas, les da por tomar una actitud “de valientes” y es cuando comienzan los problemas.
Y es que además en este tipo de fiestas, los padres y madres de familia acostumbran llevar a todos los hijos, incluso a los “de brazos”, pero a la hora de los pleitos, todos corren riesgo, pues no ha faltado que las pistolas salgan a relucir en las reyertas.
Cuando hay una fiesta, los agentes de Seguridad Pública realizan recorridos por las inmediaciones del lugar, con la finalidad de corroborar que todo esté en paz, in embargo, se necesitaría personal de vigilancia de planta para evitar las riñas o por otra parte, regular el consumo de etílicos.
Mauricio A. Herrera
El Siglo de Durango
Datos
Jesús López Perales de 33 años de edad y Víctor Paúl Ávila Román de 30 años de edad, se liaron a golpes en una quinceañera el pasado sábado.
Los rijosos además de darse de puñetazos se aventaron con botellas y alcanzaron a lesionar con un vidrio a una mujer ajena a la gresca.
Los pleitistas fueron detenidos y trasladados a la Cárcel Municipal del vecino municipio de Vicente Guerrero, luego de que echaron a perder la fiesta.
Resulta imposible que la Policía pueda vigilar todo el tiempo que duran las fiestas, pues deben estar al pendiente de sus múltiples actividades.