La SCT se deslinda de toda responsabilidad en caso de accidentes en la supercarretera Durango-Mazatlán, ya que esta rúa aún no está abierta a la circulación.
El Siglo de Durango
No se puede circular por una carretera que aún no ha sido terminada y que carece de vigilancia por parte de las autoridades competentes, por eso quienes utilicen la supercarretera Durango-Mazatlán lo hacen bajo su propio riesgo.
Esa es la postura del Centro SCT en voz de Socorro González Moreno, responsable del área de Comunicación Social, quien explica: “Ya tenemos terminado al 100 por ciento el tramo hacia el entronque a Otinapa pero no se ha puesto en operación oficialmente. Esta supercarretera estará concesionada a una empresa que es la que la va a manejar”.
Lo anterior debido a que los automovilistas se las han ingeniado para utilizar la supercarretera en varios tramos.
LINEAMIENTOS
Se prevé pues, de acuerdo a lo dicho por la servidora pública de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que sea Caminos y Puentes Federales (Capufe) la que la administre y coloque las respectivas casetas de cobro.
“No la podemos abrir al público porque no ha sido entregada a la empresa que la operará en primer lugar. Una vez que nosotros la entregamos, también se debe dar aviso a la Policía Federal Preventiva (PFP) para su vigilancia”, relata.
“Los riesgos que se corren son a cargo de los conductores que se meten porque no tiene mantenimiento. Sabemos que aun y cuando está cerrada, hay gente que circula por ella”, determina pues existen varias entradas a la rúa.
EXPECTATIVAS
González Moreno informa que la expectativa del Centro SCT es que el tramo Durango-El Salto de la supercarretera estará listo a finales de febrero. A partir de ese momento, se tendrán las condiciones de entregarla a Capufe. “Nosotros pensamos que para marzo o abril ya pudiera estar operando el tramo”, descubre.
Hace especial énfasis en el sentido de que las personas deben ser conscientes del panorama que priva entorno a esta obra carretera.
“Uno no puede habitar una casa cuando no está terminada, así no podemos entrar a una carretera que no está en operaciones. Los accidentes que pudieran ocurrir son bajo el propio riesgo del usuario”, concluye.
