UN ERROR FATAL. Carlos Maldonado quedó detenido por el delito de ‘homicidio simple intencional’, por lo que tendrá que probar que se trató de un accidente.
Una pistola en las manos de un joven alcoholizado causó una desgracia fatal en el Ejido el Rayo, de Lerdo.
Al calor de las ‘cheves’
Los hermanos Julio César y Miguel Ángel Ávila Montoya, junto con su amigo Carlos Andrés Maldonado Pérez, estaban ingiriendo cerveza el miércoles por la tarde, afuera de la casa de los Ávila.
Cerca de las 6:30 de la tarde, uno de los Ávila sacó una pistola y comentó que estaría bien echar balazos al aire. Los otro dos accedieron y empezaron a disparar.
Se atoró
Cuando la pistola tipo escuadra llegó a manos de Carlos, Miguel cortó cartucho para alistarla.
Una ojiva se quedó atorada en la punta de la pistola, por lo que Carlos tuvo que quitarla con un clavo. El carro de las balas se quedó atrás y Carlos le pegó para que avanzara.
Carlos sólo recuerda que el arma se accionó y vio a Julio que se inclinaba hacia adelante. Al enderezarse se dieron cuenta que estaba herido y pidieron ayuda a un vecino.
En el hospital
Julio alcanzó a llegar con vida a la Clínica 51 del IMSS en Gómez, donde fue atendido, pero minutos después de haber ingresado, murió. En la clínica fue detenido Carlos, quien está a disposición del Ministerio Público.