Un policía lava el lugar donde un niño de 12 años perdió la vida luego de haber sido recibido por un joven de 22 años a balazos en una casa de Carolina del Sur cuando llegó a pedir Halloween. (AP)
Un niño de 12 años fue muerto a tiros por alguien que le disparó a través de una puerta cuando el menor pedía dulces con su familia en ocasión de la Noche de Brujas, en un vecindario de Carolina del Sur.
“Me indigna que hayan matado a este niño. Este vecindario solía ser el lugar más tranquilo. Conozco a todos los que viven aquí y todos me conocen”, dijo ayer Vivian Johnson, de 81 años.
Johnson ha vivido durante décadas a dos casas de la vivienda donde murió el niño, cuyo padre y hermano sufrieron lesiones, el viernes por la noche. Sin embargo, la mujer dijo que no conocía a quienes vivían en la casa donde ocurrió el ataque.
La Policía no reveló un posible móvil de la agresión y señaló que, al parecer, la familia atacada no conocía a la gente que vivía en la casa, que se encuentra frente a una transitada avenida de dos carriles en Sumter, una ciudad de 40 mil habitantes que se ubica 72 kilómetros al Este de Columbia.
Ayer, todavía había vidrios rotos en el umbral de la vivienda, cuya puerta y una ventana presentaban al menos 20 agujeros de bala.
Un joven de 22 años fue acusado de homicidio, pero no estaba claro si tenía relación con la familia.
