Los balnearios de la entidad tienen buenas expectativas en cuanto al número de visitantes ante las altas temperaturas que se registran.
La Ampaba, capítulo Durango, plantea que se prohíbe el acceso de bebidas alcohólicas como una forma de prevenir accidentes.
Con las altas temperaturas a muchas personas se les antoja darse un buen chapuzón y la Asociación Mexicana de Parques Acuáticos y Balnearios (Ampaba) asegura que sus establecimientos cumplen con las normas de seguridad para tranquilidad de los usuarios.
Aunque se cuenta con los guardavidas en las albercas y las instalaciones son apropiadas, siempre queda el factor humano para que haya accidentes. Marco Antonio Aldaba Rodríguez, presidente de la Ampaba capítulo Durango, señala que como una medida de protección se ha determinado que no ingresen bebidas alcohólicas a sus negocios, aunque sí hay venta de líquidos embriagantes al interior.
Señala que no se trata de hacer negocio con la comercialización de cerveza en los balnearios, sino de impedir que entren las hieleras completas con bebidas alcohólicas por parte de los usuarios, como sucedía en años anteriores.
Susto.- Las noticias de personas que sufren algún accidente o bien mueren ahogadas en los balnearios les afecta a estos negocios en sus números de visitantes, comenta Aldaba Rodríguez. “Es una publicidad negativa para todos, independientemente si el lugar donde sucede el accidente está en la capital u otro municipio, a la gente le da miedo. Igual cuando pasa algo en las presas, como que piensan que el agua es peligrosa y prefieren ir a hacer otra cosa”, platica.
El empresario recomienda que las personas acudan a lugares establecidos en donde se tenga vigilancia y equipo especializado para atender cualquier emergencia de manera inmediata.
Precaución.- La responsabilidad de los accidentes es compartida entre los administradores de los balnearios y la gente que asiste a recrearse. “Los visitantes se enojan porque el niño juega de forma peligrosa y los guardavidas les llaman la atención pero por algo tienen que ser estrictos, para que se cumpla el reglamento”, puntualiza.
El entrevistado recuerda que antes se tenía el concepto de los balnearios como cantinas pero ahora la situación ha cambiado. “En el 80 por ciento de los balnearios no permitimos la entrada ni de cerveza ni de vino. Es preferible ganar menos vendiendo la cerveza más barata pero controlando esos detalles porque una persona tomada hace pasar muy mal rato”, concluye.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
