La lagunera Bibiana Candelas y Mayra García tendrá una difícil eliminatoria, ya que jugarán ante selecciones de Brasil, Grecia y Austria. (El Universal)
La voleibolista lagunera Bibiana Candelas, no podía ocultar su satisfacción por el hecho de que en tan sólo 18 meses que tiene jugando voleibol de playa logró clasificarse a unos Juegos Olímpicos.
Entrevistada en el aeropuerto de la Ciudad de México antes de que abordara el avión que la llevaría a Beijing, la espigada jugadora de Torreón, Coahuila, dijo que gracias al apoyo de su entrenador y de su compañera Mayra García la transición del voleibol de sala al voleibol de playa no fue tan difícil.
“Haberme iniciado en este deporte con una jugadora como Mayra fue algo genial, ya que ella tiene la experiencia de ya haber asistido a unos Juegos Olímpicos y me dio la confianza y la enseñanza necesaria en todo este proceso”, resaltó Candelas.
Comentó que el hecho de haber clasificado a unos Juegos Olímpicos hizo que valiera la pena cambiar de especialidad, “en voleibol de sala esto es algo complicado por la falta de organización y preparación de un equipo, mientras que en el voleibol de playa sólo se necesita que dos jugadoras estén verdaderamente comprometidas para lograr la meta”, comentó.
Por otra parte, destacó que si bien su estatura le ayuda mucho en el juego, pues es la jugadora más alta de toda la gira de voleibol de playa con su metro y 95 centímetros de estatura, esto no es determinante pero sí es de gran ayuda a la hora de bloquear los remates de sus rivales.
Destacó que “si con un trabajo de 18 meses logramos clasificar a Juegos Olímpicos imagínate lo que podría pasar con un trabajo de cuatro años, seguramente podríamos aspirar a lograr una medalla olímpica y con esto no quiero decir que no se pueda ahora, sólo que hace falta más para alcanzar esa meta”, recalcó.
Al hablar sobre el grupo que le tocó al binomio mexicano en Juegos Olímpicos, donde también quedaron enclavadas las parejas de Brasil, Grecia y Austria, señaló que es un grupo complicado porque enfrentan a un equipo muy fuerte como el sudamericano, además de a las actuales campeonas europeas de esta modalidad.
Por su parte, Mayra García, quien por segunda ocasión asiste a unos Juegos Olímpicos, señaló que cuando empezaron a sentir la presión de clasificar fue en las últimas semanas de competencia, “pues sabíamos que estábamos ahí y que podíamos hacerlo y finalmente logramos la clasificación”.
Destacó que conforme ella y su compañera Bibiana Candelas fueron desarrollando su juego y al enfrentar a sus contrincantes en el tour de voleibol de playa, fueron descubriendo sus alcances, además de que ganaban confianza.
Al hacer una comparación entre las compañeras que ha tenido en sus dos apariciones en Juegos Olímpicos, destacó que con Hilda Gaxiola fue un trabajo de cuatro años mientras que con Candelas apenas tienen año y medio juntas y en este pequeño lapso de tiempo han logrado un gran acoplamiento.
Finalmente, García, quien es la veterana de esta dupla, señaló que busca ayudar a que su compañera tenga la calma necesaria en cada uno de los torneos en los que se presenta, “pues a diferencia del voleibol de sala, aquí las cosas se hacen con más calma”, explicó.