LA COMERCIALIZACIÓN DE LA LECHE DE CABRA
Al ser la Región Lagunera un área eminentemente ganadera y por lógica que favorece a la caprinocultura, ya que la industria lechera (empresas acopiadoras), ha favorecido al caprinocultor, el que ordeña su ganado, en lugares apartados, carente de medios económicos, técnicos y humanos para la obtención de una leche de primera calidad al comprarles su producción, ya que como es sabido, en otras regiones no existen empresas lácteas para su comercialización.
En definitiva la industria láctea representa en la región una buena actividad económica y social, ya que ha contribuido a que los caprinocultores en su gran mayoría cuenten con los medios económicos para sufragar gastos que otros habitantes de los ejidos no pueden solventar, como lo vemos con las mueblerías o vendedores de otros productos, que en la casa de estos productores sí dejan en abonos su mercancía y a otros avecindados o residentes del ejido no les fían.
La misión de estas empresas debe ser la de captar toda la materia prima que el caprinocultor ofrezca, siempre y cuando cumpla con lo establecido, pagando el mejor precio posible.
El productor por su parte debe de proporcionar un producto con la composición química y los aspectos organolépticos que indique la empresa acopiadora.
Pero salvo el aspecto anterior, no se debe de poner como excusa el que la leche contiene poca grasa, la cual no pagan o premian cuando va en “exceso”. Se sabe que la empresa es la que determina el volumen total de leche a comprar, sobre todo en épocas de abundante producción, argumentando distancias excesivas, caminos en mal estado, tardanza de los productores en la entrega de la leche.
Aunado a esto, se agudiza la estacionalidad reproductiva del ganado caprino especializado en producción de leche, lo que provoca un exceso de oferta del producto y derivados durante los meses de abril a julio y en ocasiones hasta agosto, en los cuales la demanda es comparativamente baja en relación a los meses de septiembre a noviembre en que su consumo aumenta y la curva lactacional de la cabra se encuentra en su última fase o no hay producción en las cabras por estar próximos los siguientes partos (periodo seco).
Al ser una simbiosis caprinocultor-empresario de la industria láctea, es necesario el apoyo del Gobierno Federal y Estatal, para que los dos continúen en el proceso que a cada uno le corresponde, al industrial apoyarlo con un subsidio para la compra de esos excedentes de leche de esta época y no pongan las excusas antes descritas y que no creemos. A los caprinocultores, apoyarlos a disminuir la estacionalidad del ganado caprino, por medio de la sincronización de los celos y la Inseminación Artificial, con la finalidad de poder distribuir de forma más equitativa la producción láctea todo el año y no sólo en determinada época.
Ahora que el Gobierno Federal, por conducto de la Sagarpa ha puesto en marcha la recepción de los proyectos de los programas (Adquisición de Activos Productivos, Progan, Programa soporte de capacitación o Asistencia técnica, etc.) es necesario gestionar esos apoyos por el bien de la caprinocultura regional, ya que actualmente han dejado de recoger la leche de varios establos de cabras, que con bastante esfuerzo e ímpetu fueron creados, encontrándose ahora con este problema de comercialización de su principal producto, que es la leche.
Vamos apoyando esta causa cada quien con lo que le corresponda, los que elaboren el proyecto que lo hagan bien sustentado, con la carta de intención de compra de la leche, los técnicos que atiendan las ventanillas de recepción de los proyectos, sólo pidan los requisitos que se indican en cada componente, que los comités de Cotegan de La Laguna de Durango, como de Coahuila defiendan ante el comité estatal los proyectos de la región. Así mismo que los proveedores de equipo o maquinaria den más facilidades para poder bajar todos los proyectos posibles.