Boca Juniors conquistó su vigésimo tercer título pese a caer 1-0 ante Tigre, en el último partido del triangular que definió al monarca del Torneo Apertura 2008 del futbol argentino. (AP)
Los xeneizes caen 1-0 con Tigre pero se proclama campeón de Argentina.
Boca Juniors conquistó su vigésimo tercer título pese a caer 1-0 ante Tigre, en el último partido del triangular que definió al monarca del Torneo Apertura 2008 del futbol argentino.
La única anotación del partido fue obra de Leandro Lázzaro, al minuto 68, en el partido que se disputó en el Estadio Presidente Perón, casa del Racing Club. Con este resultado, los “xeneizes” se llevan la corona por mejor diferencia de goles de +1, mientras que Tigre es subcampeón y San Lorenzo ocupó la tercera posición.
Boca sabía que la ventaja estaba completamente de su lado, que un gol a favor le daba el título, pero que un tanto de Tigre ponía las cosas muy complicadas, por lo que decidieron no arriesgar, darle la iniciativa al rival y esperar un “latigazo” que los pusiera cerca de la gloria.
Los de Victoria tampoco arriesgaban mucho, pese a que eran los necesitados por conseguir los dos tantos que le otorgaran el título, tomaron las cosas con calma, atacaron, pero de manera discreta, conscientes de la peligrosidad de su rival.
El medio campo fue el principal sitio de acción en el que se desarrolló el partido, la lucha fue frenética, ambas escuadras usaron la fuerza por encima del talento, pues Leandro Gracián, quien sustituyó al suspendido Juan Román Riquelme, no lograba tomar las riendas de su ofensiva.
La escuadra de Tigre tampoco lo podía hacer con Martín Morel, quien en muchas ocasiones optó por buscar los pelotazos largos en busca de encontrar a Carlos Luna y Leandro Lázzaro.
Escasas fueron las opciones de gol que se generaron en ambas porterías, la más importante en un contragolpe que dejó a Luciano Figueroa de frente a la portería, pero su remate fue bien tapado por Luis Ardente, quien achicó muy bien, al minuto 21.
Los mejores momentos del “Matador” se dieron en la recta final de la primera parte en la que metieron sobre su meta a Boca, sin embargo, no pudieron reflejarlo en el marcador y se fueron al descanso con la misma necesidad con la que iniciaron.
Para la parte complementaria, los pupilos de Carlos Ischia parecían que ponían el partido de su lado, la vasta experiencia de algunos de sus jugadores les dio el control del balón y de un rival que no encontraba la forma para conseguir ese gol que le diera vida.
Cuando todo indicaba que ya muy poco se podía hacer, apareció un error del portero Javier García para abrirle las puertas al gol de Tigre por medio de Leandro Lázzaro, quien dentro del área chica remató de cabeza para ponerle el 1-0, al minuto 68.
Con poco más de 20 minutos, los “matadores” se fueron con todo al frente, sabían que este era el momento que necesitaban sobre un Boca Juniors que perdió todo el control que había mostrado.
Los pupilos de Diego Cagna hicieron todo lo posible por encontrar ese gol, pero Boca soportó de manera estoica para levantarse con un título más en una dramática definición.