El grupo antibombas del Ejército entró al inmueble con equipo de protección especial.
Policías y soldados evacuaron a 35 personas, la mayoría de la tercera edad
Crisis nerviosas y cambios en la presión arterial sufrieron más de 35 personas, la mayoría de la tercera edad, cuando les dijeron que tenían que abandonar el Centro de Desarrollo Comunitario Olga Arias en el momento que participaban en su clase de manualidades, pues les aseguraron que en una hora estallaría un artefacto explosivo; la llamada donde se avisó de la bomba se generó a las 11:30 horas de ayer, según informó Gerardo Herrera Barragán, director de Atención al Desarrollo Comunitario del DIF estatal.
ESPECTACULAR OPERATIVO
Elementos del grupo especial para la desactivación de artefactos explosivos del Ejército Mexicano, además de los agentes de Protección Civil Municipal, de la Policía Federal, en apoyo de los oficiales de Seguridad Pública Municipal, se presentaron en las instalaciones del Centro Olga Arias, ubicado sobre el bulevar Durango, pues en una llamada telefónica aseguraron que en una hora estallaría una bomba por lo que procedieron a evacuar a las 35 personas que había en el lugar.
Al lugar arribaron elementos de Seguridad Pública Municipal para cerrar el tráfico del bulevar Durango de la calle Aldama a la privada Ocampo, para que llegaran los agentes de Protección Civil, de la Policía Federal y del Ejército para revisar el lugar, sin que al final hayan encontrado algún artefacto extraño.
ATENCIÓN MÉDICA
Entre los efectivos del Ejército se presentó el grupo especial para el manejo de explosivos que de un vehículo bajó con equipo de protección especial y se introdujo al inmueble por más de una hora para hacer una inspección minuciosa.
En tanto los paramédicos de la Cruz Roja se presentaron en el lugar para atender a algunas personas de la tercera edad que sufrieron crisis nerviosas y presión alta, sin que su estado de salud se haya agravado.
Sin embargo, aun y cuando mantenían una especie de cerco para que no pasaran por el lugar ni los reporteros, las personas que tienen locales comerciales enfrente del lugar mencionado estuvieron muy campantes barriendo sus banquetas, sin que ninguna autoridad les dijera que se protegieran.
Finalmente Herrera Barragán, a las 13:10 horas, informó que los elementos de Protección Civil ya le habían comentado que no había ningún artefacto por lo que aseguró que continuarían sus actividades normales.
AHORA NO FUE LA DEI
Una de las interrogantes que se hacía la gente era quién se encargará de investigar de dónde provino la llamada que hicieron al Centro del DIF, pues por lo general este tipo de indagatorias las hace la Dirección Estatal de Investigación (DEI) pero en esta ocasión no se les dio aviso.
Es probable que la mala coordinación y la apatía entre agentes de la DEI y los soldados haya provocado esta situación, pues si bien es cierto en otros operativos que se han hecho por supuestas amenazas de bombas algunos mandos de la Procuraduría y otros de la Décima Zona Militar han hecho comentarios sobre a quién le compete atender estas acciones, pues las críticas negativas entre estas corporaciones no paran.
Habrá de esperar si el Ejército hace la investigación correspondiente para detectar a quien hizo la llamada ya que al parecer ellos encabezaban el operativo.
Cero y van siete
En menos de un año se han registrado siete situaciones de emergencia en las que han tenido que hacerse presentes los cuerpos policiacos o personal del Ejército por supuestos artefactos explosivos.
El 29 de abril del año pasado por lo menos un centenar de soldados desalojó el Hotel Durango, ubicado por la calle 5 de Febrero, por la supuesta presencia de una bomba.
También en la gasolinera Santa Fe, ubicada frente a la Central Camionera, se informó el pasado 20 de mayo que estallaría un artefacto explosivo, por lo que los soldados también se hicieron presentes.
Asimismo, en la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez se suscitó un movimiento policiaco por la existencia de una bomba en una de las aulas; sin embargo, después de unas horas se comprobó que había sido una llamada en falso, en hechos registrados en octubre.
Otro de los casos en el que elementos de la Décima Zona Militar llevaron a cabo un operativo similar fue en septiembre, cuando explotó un transformador en la subestación de la Comisión Federal de Electricidad ubicada sobre la salida a Mazatlán, donde se presumía que había explotado una bomba.
En este año, el 22 de enero también se suscitó una situación de alarma al momento que aseguraban que había artefactos explosivos en el hotel Florida Plaza, mientras que el 13 de marzo la amenaza de bomba fue en el Palacio de Gobierno.
