Hoy los Celtics de Boston quieren coronarse ante su público, en la gran final de la NBA. Sin embargo Lakers de Los Ángeles no bajarán la guardia y dará la pelea para mandar la serie hasta el séptimo juego. (AP)
Los Celtics han regresado a Boston, pero no para celebrar el título todavía. Incapaces de darles la puntilla a los Lakers de Los Ángeles para coronarse por primera vez desde 1986, los Celtics, el mejor equipo de la NBA desde noviembre pasado, volaron ayer de regreso a casa para disputar el sexto partido de la final, un compromiso que hubieran preferido obviar.
Las lesiones, otra gran desventaja en la primera mitad y una mala actuación del pívot Kevin Garnett costaron a Boston una derrota por 103-98 el domingo en el quinto partido, disputado en Los Ángeles. Decepcionados por haberse perdido esa oportunidad, los Celtics abandonaron el Staples Center.
“No fue lo que queríamos”, reconoció el técnico Doc Rivers sobre la visita al sur de California. “Queríamos dos victorias más. Desde luego, la buena noticia es que volvemos ahora a casa, pero realmente creímos que podíamos ganar uno más de estos partidos. Ganamos uno y está bien, pero evidentemente esto no es lo que queríamos”.
Boston acarició el trofeo Larry O’Brien, que se entrega cada año al campeón de la NBA. Por un momento, pareció que los Celtics se encaminaban a una ceremonia de premiación que quedó postergada.
En vez de ser entregado al equipo de Boston, el trofeo fue llevado al aeropuerto de Los Ángeles y colocado en un avión para el vuelo de seis horas a Nueva Inglaterra.
Pese a la derrota, los Celtics, un equipo de gran tradición, sienten que tienen muchas posibilidades de conquistar su 17mo título, precisamente el 17 de junio, en su Banknorth Garden. El juego inicia a las 19:00 horas tiempo de La Laguna.
“Estamos un partido arriba, cuando restan dos como locales”, dijo Paul Pierce, quien anotó 38 puntos en el quinto encuentro. “Todavía sentimos que tenemos la ventaja y yo creo que somos un mejor equipo”. Así, la undécima final entre los Celtics y los Lakers, que tienen la mayor rivalidad de la NBA y una de las más arraigadas en el deporte profesional, tiene pendiente al menos un capítulo más.
Es difícil sacar la serie, pero lo intentaremos: Gasol
La victoria 103-98 que obtuvieron los Lakers de Los Ángeles ante los Celtics de Boston, en el juego cinco de la serie final de la NBA, hace que sus fanáticos sueñen con que el equipo logre la hazaña de coronarse.
Para el español Pau Gasol, quien la víspera tuvo su mejor encuentro de la serie final con 19 puntos y 13 rebotes, además de que se mantuvo alejado de los problemas de faltas, ir contra la historia es difícil pero no dejarán de luchar.
“Las marcas y los records están ahí, no por nada se obtienen y aunque para nosotros será difícil, vamos a intentar ganar los dos juegos restantes en Boston, pero vamos por pasos, primero el sexto partido que es este martes”.
Por su parte, Kobe Bryant, quien realizó la jugada clave para sellar la victoria tras zafar el balón a Paul Pierce cuando Lakers ganaba 97-95, y que ese robo terminó en canasta por él mismo, indicó que siempre estuvo en su mente ganar y confía en hacerlo en los dos juegos restantes.
“Jugamos mucho mejor el juego cinco, uno nunca sabe cuándo es el final de la línea, es por eso que tenemos que continuar así, ya hemos jugado de esta forma y bajo diferentes tipos de presión”, comentó Kobe, quien terminó con 25 unidades.
Partido aparte fue el que tuvo Lamar Odom, quien acumuló 20 puntos, 11 rebotes y cuatro bloqueos, algo que no había hecho en toda la serie y que el domingo benefició a su equipo para imponerse a los Celtics.
“Lo merecemos, estamos listos para entregar nuestro resto en Boston los dos encuentros que faltan, pero también estamos al tanto de lo que significa jugar de visitantes, como en los dos primeros partidos de la serie final”.
Ayer los Lakers viajaron por la mañana a Boston, cruzando los Estados Unidos de costa a costa, para encarar hoy martes el sexto partido de la final de la NBA.
