En torno al botox se ha dicho tanto que se han generado algunos mitos. El cirujano plástico Rosendo Ayala González, quien lo aplica entre sus pacientes, aclara los más comunes.
1. Mientras más botox se coloque, mayor cantidad se necesitará en cada nueva sesión para lograr los mismos efectos.
Falso. La importancia de acudir con un médico calificado es obtener resultados naturales con la dosis y la frecuencia adecuadas.
2. No se administra a mujeres embarazadas o en lactancia.
Cierto. Médicamente podría hacerse, porque esta sustancia se fija donde se aplica y no logra pasar la barrera placentaria (durante la gestación) ni se secreta por la leche (en la lactancia). Sin embargo, los médicos preferimos no hacerlo para tranquilidad de las mujeres.
3. Puede producir pequeños moretones, así que se debe evitar el tratamiento días previos a un acontecimiento importante.
Es relativo. Hay técnicas de aplicación que disminuyen la aparición de los moretones, aunque siempre existe la posibilidad; cuando eso sucede, son muy pequeños y se pueden cubrir con maquillaje.
4. Es útil para controlar la sudoración excesiva de axilas y manos.
Cierto. De hecho muchas personas lo usan de abril a octubre y como preparación para el verano.
5. Si se abusa de su aplicación, puede provocar botulismo
Falso. No produce botulismo.
6. Si lo aplica una persona inexperta puede dañar los músculos y producir parálisis permanente.
Falso. Si lo aplica una persona inexperta puede ocasionar resultados indeseables, como una parálisis facial. Sin embargo, no es un daño permanente. Con el tiempo, los músculos se recuperan y vuelven a la normalidad.
Las consecuencias de un mal manejo del botox se pueden acortar con diferentes terapias y tratamientos.
7. Son efectivas las cremas de aplicación tópica que ofrecen los mismos resultados que el botox.
Falso. No existe crema alguna que lo sustituya. Sólo el botox inyectado actúa disminuyendo la fuerza del músculo que provoca la arruga.
8. No es de efecto inmediato. Demora de tres a cuatro días ver el resultado final.
Cierto. El efecto del tratamiento comienza a notarse tres o cinco días después de su aplicación. Una semana después se puede ver el resultado final.