ENCIERRAN. La policía detuvo a Manuel (izq) y a su tío por agresión y amenazas.
“Me querían matar, traían palos y machetes, pero yo me metí a la casa de mi tío y no salí hasta que llegó la Policía. Yo no hice nada, sólo fui a ver la graduación de una primita”, dijo con un semblante de enojo, un joven de 23 años, que, según él, estuvo a punto de morir linchado.
La historia
Fue en la graduación de la escuela Luis Donaldo Colosio, ubicada en la colonia Valparaíso, donde comenzó todo. Según testigos, el joven Manuel Alejandro Gandarilla Valenzuela ingresó a la institución drogado, con un cuchillo en la mano y un bat. El joven iba en busca de los familiares de la que fue su pareja sentimental, Miriam Santillán, de 18 años. Pretendía desquitarse con ellos porque la mujer lo abandonó. Su presencia alarmó a los infantes y sus familiares, quienes comenzaron a correr para esconderse.
Finalmente, lograron sacar al joven de la primaria y se fue a refugiar a la casa de un tío suyo. Los vecinos y familiares molestos se amotinaron en la casa donde se ocultó Manuel Alejandro pidiendo a gritos su salida.
Exigían que la Policía se lo llevaran para que recibiera su castigo.
La denuncia
Debido a este acto, Miriam Santillán decidió presentar formalmente su denuncia ante el Ministerio Público. “Él me golpeaba y me amenazaba con matarme a mí y a mi familia si lo dejaba”, comentó llorando la joven. Manifestó que le tenía miedo y por eso no lo denunciaba. Agregó que a su papá también fue golpeado por él cuando la defendía. Contrario a la versión del joven, familiares y vecinos manifestaron que no lo querían linchar, que sólo pedían que recibiera un escarmiento.