A LA FOSA COMÚN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- El cadáver que fue localizado el pasado jueves 28 de febrero cerca del ejido Coruña fue sepultado en la fosa común por el avanzado estado de descomposición que tenía, mientras tanto el Departamento de Servicios Periciales conservó la ropa y fotografías de los tatuajes para seguir trabajando en su identificación.
El agente del Ministerio Público informó que la persona tenía más de 10 días de fallecida y por su avanzado estado de descomposición se tomó la determinación de enviarlo a la fosa común, pero aseguró que se conservaron objetos que podrían permitir la identificación, además de la ropa y las fotografías se conservó el maxilar inferior porque le faltaba un diente.
Como se informó en la edición de ayer, a las 09:45 horas del jueves la Policía Preventiva del Estado (PPE) recibió una llamada en la que les reportaron que en el kilómetro 16 de la carretera a Finisterre había un cadáver tirado entre los matorrales a 500 metros al oriente de la carretera, cerca de la pequeña propiedad Lanchanares.
Los agentes de la Policía Estatal acudieron al lugar y confirmaron el hallazgo, en el lugar se constituyó el agente del Ministerio Público y ordenó el levantamiento del cuerpo para que lo trasladaran al Servicio Médico Forense, donde se le practicará la necropsia de ley para establecer la causa de la muerte.
Se estima que el occiso tenía aproximadamente 35 años de edad, en el brazo izquierdo se le apreció un tatuaje en forma de corazón atravesado por una flecha, además unas manos con un rosario. El hoy occiso vestía pantalón de mezclilla de color azul, sudadera de color verde y playera blanca, tenis Nike y cinturón negro.