Antonio Briones, Enrique Castillo y Arcadio Valenzuela se convirtieron ayer en inmortales al ingresar al Salón de la Fama del beisbol profesional de México por los méritos conseguidos en su trayectoria. (Jam Media)
Antonio Briones, Enrique Castillo y Arcadio Valenzuela se convirtieron ayer en inmortales al ingresar al Salón de la Fama del beisbol profesional de México por los méritos conseguidos en su trayectoria dentro del llamado “Rey de los deportes”.
El zacatecano Briones, de 58 años de edad y quien se desempeñó como segunda base, jugó 19 temporadas en la Liga Mexicana de verano con los equipos Sultanes de Monterrey, Indios de Ciudad Júarez, Algodoneros Unión Laguna, Olmecas de Tabasco y Bravos de León.
Antonio Briones se caracterizó por ser un pelotero rápido en las almohadillas, lo cual le permitió adjudicarse el récord de bases robadas de todos los tiempos con 490.
En mil 900 partidos disputados, consiguió mil cinco anotaciones y también tiene la marca de más años como líder de bases robadas con cinco, y en Liga Mexicana del Pacífico jugó nueve temporadas y logró el récord de asistencia para un segunda base con 280.
El jalisciense Enrique Castillo fue un lanzador que participó en 17 temporadas en la Liga Mexicana y colaboró con los Tigres capitalinos para adjudicarse el bicampeonato conseguido en 1965-1966.
Las mejores temporadas de Castillo fueron en 1971 y 1972 al conseguir 14 y 15 triunfos en ese orden, además jugó con Saraperos de Saltillo, Algodoneros de Unión Laguna, Cafeteros de Córdoba y Tecolotes de Nuevo Laredo.
En la Liga Mexicana del Pacífico, en la que jugó siete temporadas, estableció la marca de más juego relevados con 45.
En la ceremonia realizada en el Salón de la Fama, que este 2008 cumplió 38 años de existencia, también se designó como miembro del mismo al directivo sonorense Arcadio Valenzuela que tuvo bajo su mando al zurdo George Brunet.
Este último fue quien logró el primer título en la historia del beisbol mexicano en la Serie del Caribe en 1976, disputada en República Dominicana.
Valenzuela fue directivo de los Naranjeros de Hermosillo de 1972 a 1986, y durante su gestión se construyó el estadio Héctor Espino en los años 70.
Por todo lo anterior, ahora Briones, Castillo y Valenzuela se han convertido en inmortales dentro del beisbol mexicano.
