La procuración de justicia en Cuencamé, Durango, es casi nula, dice el ex presidente del Colegio Regional de Abogados de esta ciudad, Jesús Esparza Bejarano.
“Es todo un viacrucis el que viven las personas cuando se ven en la necesidad de acudir al Ministerio Público de Cuencamé, ciudad de paso y a donde se acude por algún accidente automovilístico.
“El agente del Ministerio Público sabe que las personas que participan en algún accidente no viven ahí y lejos de procurar una justicia rápida, dan fechas posteriores para tomar las declaraciones y realizar otras diligencias, sin tomar en cuenta las distancias”, expone el abogado.
Destaca que durante un caso en donde él representó a la parte afectada, tuvieron que dar 13 vueltas a Cuencamé, todo por el burocratismo imperante en esa dependencia de la Procuraduría de Justicia del Estado.
“Me di cuenta que en ocasiones, el síndico municipal es el que hace las veces del Ministerio Público para dar fe y tomar conocimiento en algún accidente cuando hay muertos, porque el agente del Ministerio Público no se encuentra en la ciudad”, añade.
La responsabilidad directa del funcionamiento de las Agencias Investigadoras del Ministerio Público, dice, es de la Procuraduría de Justicia del Estado de Durango, y es evidente que no se está haciendo una buena labor para la ciudadanía.
Por otra parte, añade, los jueces y magistrados de Durango retardan la impartición de la justicia por un legalismo fuera de toda forma, pues hay juicios sencillos que tardan ocho meses o más.
El profesionista hace un llamado al procurador de Justicia del Estado, Jesús Gutiérrez Vargas, con la finalidad de que mejore la procuración de la justicia, en especial en Cuencamé.