GRAVE. Con cicatrices imborrables podría quedar el pequeño al sufrir la mordida del animal.
Un menor vivió la peor de las tragedias cuando jugaba en el patio de su casa, un burro que sus padres tenían amarrado lo mordió tan ferozmente que le provocó severas lesiones en la cabeza que ahora lo mantienen hospitalizado.
Ignoran a bebé
El accidente ocurrió a las 11:00 horas de ayer en el ejido Rancho Nuevo del sector Derramadero, cuando Ángel Israel Meza Ferred, de 3 años, se entretenía pateando la pelota que irónicamente lo llevó hasta el sitio más desafortunado.
Todo comenzó cuando el infante salió al exterior de su humilde vivienda sin la vigilancia de sus padres, quienes aparentemente se encontraban adentro realizando sus actividades diarias, ignorando el paradero de su pequeño.
Cuando el niño se divertía ajeno a la desventura lo aguardaba a unos metros, la pelota que pateaba se fue hasta el lugar, donde estaba atado el jumento, que al ver acercarse al menor se puso en alerta, para posteriormente atacarlo.
Debido a eso, cuando “Angelito” se acercó hasta el animal para recoger el balón que había perdido, éste lo recibió a mordidas prendiéndolo de la cabeza peligrosamente y ocasionando el llanto inmediato del pequeño que de alarmó al instante a los residentes de la casa.
Al momento, Cristóbal Meza Rodríguez salió en auxilio de éste, aunque ya era tarde, porque a pesar de arrebatar al niño de las quijadas del burro, éste ya mostraba signos de gravedad en la cabeza que atemorizaron a los presentes.
Tras dar aviso a las autoridades sobre lo ocurrido, paramédicos de la Cruz Roja llegaron para valorar las condiciones físicas del lesionado, subiéndolo en la ambulancia para trasladarlo de emergencia a la Clínica 1 del Seguro Social en Saltillo.
Fue pasado el medio día cuando los socorristas ingresaron al menor en el sanatorio público, con graves heridas en la región facial así como en el cráneo.