El gobierno colombiano apuesta a derrotar a las FARC antes del año 2010 gracias a su férrea estrategia militar y la 'desmovilización desgranada' que sufre el grupo rebelde, afirmó el asesor presidencial José Obdulio Gaviria.
El también abogado y periodista dijo que 'yo creo que esto (la derrota de las FARC) se va lograr antes del 2010 y sería una verguenza que no lo logremos', sobre todo en momentos que la guerrilla enfrenta un complejo escenario político-militar.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) 'no tienen ningún apoyo popular y ninguna condición política para mantenerse en armas', comentó el ex director y fundador del Instituto de Estudios Liberales del noroccidental departamento de Antioquia.
Advirtió, por ello, que si el grupo insurgente se mantiene operativo hacia el 2010 'será un desastre para los colombianos y sería una verguenza' para la administración del presidente Álvaro Uribe Vélez, quien impulsa desde 2002 una férrea estrategia contrainsurgente.
A juicio del autor de libros como 'El liberalismo y la paz', 'Del escritorio de Uribe' y 'Sofismas del terrorismo en Colombia', las FARC 'están en su peor situación militar y política' desde que se levantaron en armas contra el Estado, en 1964.
El también columnista del periódico El Mundo de Medellín aseguró que el debilitamiento rebelde se debe al férreo plan contrainsurgente del gobierno, denominado Política de Seguridad Democrática, y la ola de deserciones, que son incentivadas por el Ejecutivo.
El debate sobre la real situación militar de las FARC cobró vigencia en Colombia luego que el presidente venezolano Hugo Chávez planteó la necesidad de otorgarle estatus de fuerza beligerante a esa guerrilla, con el fin de negociar un acuerdo humanitario.
Chávez argumentó que las FARC tienen control de algunas regiones de Colombia y actúan como 'un Estado dentro de otro Estado', una de las características esenciales que a su juicio debe tener un grupo armado para tener derecho al estatus de fuerza beligerante.
Gaviria, sin embargo, expresó su rechazo a la propuesta del mandatario venezolano y aseguró que 'la palabra militar les quedó grande' a las FARC, a las que calificó como 'una banda terrorista dividida en unos cinco frentes, muy dispersos, sin contactos'.
Hasta el 2002, las autoridades colombianas estimaban que las FARC tenían más de 20 mil hombres en sus filas, sin considerar sus milicianos urbanos y redes de apoyo, agrupados en unos 64 frentes de guerra.
Al cierre de 2007, los organismos de seguridad y analistas privados consideraron que las FARC tenían entre 12 y 14 mil combatientes, reducción que a juicio de Gaviria se debe a los golpes militares del Ejército y a la creciente deserción de guerrilleros.
El también columnista de las revistas Contexto y Portafolio, entre otras, recordó que la dispersión y la falta de control en las FARC quedó en evidencia con el caso del niño Emmanuel, a quien el grupo rebelde se había comprometido a liberar junto a su madre Clara Rojas.
Para el secretariado de las FARC, el menor se encontraba en poder de una célula rebelde, pero en realidad el niño estaba en un hogar de menores del Estado desde el año 2005, como lo comprobaron los organismos de seguridad del país.
Según el gobierno, esta fue la razón que llevó al grupo insurgente a incumplir su promesa de entregar al niño, a Rojas y a la abogada Consuelo González a las autoridades venezolanas antes del cierre de 2007, como se había comprometido con el presidente Chávez.
Gaviria consideró que este caso demuestra los problemas de comunicación interna que aquejan a las FARC, lo que a su juicio también explica el fracaso de la novena conferencia de esa guerrilla, que 'fue simulada el año pasado y no tuvo éxito'.
El asesor presidencial que las movilizaciones demostraron el 'escaso apoyo' que en los centros urbanos tienen las FARC, que ahora sólo se mantienen como 'una fuerza que controla una buena renta de la coca, por eso es imposible que sobrevivan hasta el 2010'.