El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, conversan durante el Pleno que se celebra esta tarde en el Congreso de los Diputados, y en el que Zapatero compareció para informar sobre el Consejo Europeo celebrado los pasados días 19 y 20 en Bruselas, centrado en el 'no' irlandés al Tratado de Lisboa, las relaciones con Cuba y el precio de los carburantes. (EFE)
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo hoy de que, a pesar del "no" irlandés al Tratado de Lisboa, "Europa no puede detenerse" y apostó por buscar una solución a través del diálogo, sin imposiciones, pero también sin renunciar a los avances conseguidos.
Zapatero presentó ante el pleno del Congreso (cámara baja) las conclusiones del Consejo Europeo celebrado en Bruselas la semana pasada, del que destacó, además del caso irlandés, las medidas adoptadas ante el alza de los precios de los carburantes y la potenciación del diálogo con el Mediterráneo, sin citar en ningún momento el levantamiento de sanciones a Cuba.
En la víspera de que el Congreso ratifique el Tratado de Lisboa, el presidente reconoció que el "no" de los irlandeses al texto es "un revés" y, aunque consideró comprensible que pueda haber "vacilaciones o frenazos transitorios", rechazó las visiones pesimistas.
"Seguiremos adelante. Europa no puede detenerse", garantizó Zapatero, dispuesto a actuar con prudencia y con la mejor disposición para facilitar un acuerdo.
"No se trata de colocar a Irlanda en una posición difícil: nada ganaríamos con ello. Tampoco queremos avanzar sin Irlanda. Es, pues, un momento para ganar tiempo y favorecer el diálogo", subrayó.
Zapatero destacó asimismo también la "sensibilidad" mostrada por los líderes europeos para debatir soluciones acerca de los precios del petróleo y los alimentos.
El jefe del Ejecutivo dijo que la constante subida del crudo "no está claramente justificada", al tiempo que expresó la necesidad de encontrar "soluciones concertadas".
Abogó además por que Europa entable un diálogo con una "voz común" con los países productores de petróleo y gas, y las grandes compañías del sector.
En paralelo, defendió el camino emprendido por la UE y por España a favor de las energías renovables y las nuevas tecnologías para reducir la dependencia del petróleo.
El presidente aprovechó la ocasión para recordar que el Gobierno presentará antes de que acabe el año su nuevo plan de eficiencia energética.
Zapatero se felicitó por las ayudas destinadas a la pesca y a otros sectores afectados por la crisis de los hidrocarburos.
Respecto a los alimentos, repasó las medidas adoptadas por la UE para potenciar el mercado agrícola, como el aumento de las cuotas lácteas o la suspensión de aranceles para cereales.
También hizo hincapié en la necesidad de vigilar los movimientos especulativos y su incidencia sobre los precios.
Junto a estas cuestiones, Zapatero destacó el nuevo impulso a la política europea de inmigración y el compromiso de trabajar en una normativa comunitaria sobre la contratación de personas altamente cualificadas, y de sancionar a quienes contraten a ilegales.
Subrayó además el apoyo europeo a los Balcanes occidentales, el compromiso con la estabilidad de Kosovo y el impulso de la iniciativa "Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo".
En los próximos días, según dijo, comenzarán las consultas para redactar una declaración conjunta que se adoptará en la Cumbre euromediterránea de París, prevista para el 13 de julio.
