La expresión de angustia en el rostro de doña Margarita se mezcla con una leve sonrisa de esperanza al hablar de los cuerpos localizados en narcofosas; ella tiene fe de que ahora sí, el cuerpo de su hijo se encuentre entre esos restos que han localizado.
“Creo que no descansaré hasta que encuentre el cuerpo de mi hijo para acabar con esta incertidumbre de no saber nada de él desde que desapareció en 2001”, dice la mujer.
Y es que como ella, muchas familias de juarenses y de gente originaria de otras regiones del país, incluso estadounidenses, tienen parientes desaparecidos en esta frontera; en la mayoría de los casos, atribuidos al crimen organizado.
Desde noviembre de 1999, cuando se encontraron seis cuerpos en la narcofosa de La Campana, rancho situado al suroeste de la ciudad, así como los 12 hallados en febrero de 2004 en una casa del fraccionamiento Las Acequias, no se habían registrado otros casos similares como los ocurridos en los primeros tres meses de 2008.
De acuerdo con la estadística, desde 1999 y hasta este año han localizado en narcofosas en esta frontera 65 cuerpos, además de seis localizados en la ciudad de Chihuahua.
Desde 2004, cuando localizaron 12 cuerpos en el fraccionamiento Las Acequias, no se hablaba de ello, pero de nuevo ese tipo de situaciones llamaron la atención, tanto de Juárez como de El Paso, Texas, ya que 32 ciudadanos estadounidenses residentes en esa población desaparecieron en Juárez.
Este año, a mediados de enero, encontraron seis cuerpos en una casa de la colonia Veteranos, en la ciudad de Chihuahua; después vinieron los casos en Ciudad Juárez, a mediados de febrero se localizaron 11 cuerpos en una casa del fraccionamiento Cuernavaca y 36 a principios de marzo en otra vivienda de la colonia La Cuesta.
El 23 de enero, con estudios genéticos, identificaron a cuatro de los seis cuerpos de la narcofosa situada en Chihuahua. Ellos son: Socorro Alberto Aguilar Bisecas, ex agente de Vialidad; Óscar Jesús Morales Gómez y Jorge Anchondo Caballero, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, y Carlos Salvador Villa Velarde, quien fue levantado en mayo de 2007 en Camargo.
Explicó que en los estudios de ADN que hicieron a los cuerpos se encontró correspondencia plena entre el genotipo de dos cadáveres.
Mientras que en los casos de las osamentas de las narcofosas de Ciudad Juárez, muchas personas que tienen familiares desaparecidos han acudido ante la delegación de la PGR a entregar muestras de ADN para cotejarlas con las osamentas.